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viernes, 31 de agosto de 2012

Apreciaciones Sobre el Incendio en la Refineria de Amuay el 250812

 
Mi contribucion al debate nacional y empirico de Amuay.

DEBATAMOS EL TEMA AMUAY CON ALGUNOS CRITERIOS Y/O TÉRMINOS BÁSICOS.


QUÉ SE DICE??

1. Explotaron unos tanques
2. Olía a gas
3. Murieron 40 ó mas
4. Que se apagó con espuma
5. Otros

Lo que SI estamos seguros es que hay Flaquezas en la Gestion de Riesgos:

• Gestion de Riesgos:
Capacidad de desarrollar y conducir una propuesta de intervención consciente, concertada y planificada, para prevenir, evitar, mitigar ó reducir el riesgo en una localidad ó región, para llevarla a un desarrollo sostenible.

QUE SABEMOS??
• Uvce: Se puede definir como deflagración explosiva de una nube de gas inflamable que se halla en un espacio amplio (aunque con ciertas limitaciones), cuya onda de presión alcanza una sobre presión máxima del orden de 1 bar en la zona de ignición.
• Deflagración: Combustión de propagación cuyo frente de llama avanza a una velocidad inferior ala del sonido.
• Bleve: Explosion por expansion del vapor de un liquido en embullision (siglas en ingles). Explosión debida a la expansion del vapor a alta presion, generado por la brusca, ebullición de un liquido liberado súbitamente de un recipiente y que en condiciones ambientales de presion, de temperatura, seria un gas. La causa es la ruptura del recipiente, que puede ser debida a una sobrepresion, a un impacto externo o fallo mecánico; luego del bleve, puede producirse una bola de fuego o incluso una explosion de nube de vapor no confinada.
• Explosión: Conversión instantánea de la energía potencial, química ó mecánica, en energía cinética con la consiguiente producción y liberación de gases a presion ó liberación de un gas que estaba a presión, que se expande en el ambiente para equilibrar su energía en el ambiente; el frente de expansión lleva asociado una onda de presion, cuyo componente principal es una onda de choque.
• Gas: Estado físico de una sustancia que no tiene forma, ni volumen por si misma y que se expande hasta tomar la forma y volumen del recipiente que lo contiene.
• Explosion de una nube de vapor No confinada: Explosion debida a la ignición diferida de una nube de gas combustible y aire de grandes dimensiones y su correspondiente combustión de propagación. La nube se forma a consecuencia de la liberación en el ambiente de una gran masa de combustible, de densidad superior a la del aire. Entre la liberación y la ignición transcurre el tiempo suficiente para que la masa de gas sea grande y se mezcle con el aire dentro de los límites de inflamabilidad.
• Estallido: Es la ruptura violenta de un objeto debido a una sobrepresion dentro de él ó sobre él.
• Detonación: Es la explosion que se propaga a velocidad Supersónica y se caracteriza por una onda de choque.
• Extinción del fuego: Es la acción y efecto de llevar un fuego a su fin por supresión, aislamiento, inhibición, sofocación ó enfriamiento, logrados por la reducción de: combustible, oxigeno, temperatura ó reacción quimica.
• Fuego: Proceso de oxidación rápida con producción de luz, calor y llama, acompañado de humo de distinta intensidad, controlable en tiempo y espacio; o sea: reacción física-química, producto de combinar materiales combustibles y oxigeno en presencia de calor, dando como resultado una reacción en cadena.
• Incendio: Combustión rápida que se propaga SIN CONTROL en el tiempo y el espacio.
• Espuma: Es un agregado estable de pequeñas burbujas, que tiene la propiedad de cubrir y adherirse a superficies verticales y horizontales, que al fluir libremente sobre la superficie incendiada forma una capa resistente y continua que aísla del aire e impide la salida a la atmósfera de vapores volátiles combustibles. En el caso petrolero, suele usarse abundantemente, la espuma AFFF y/o FP.
• Evento: Es la manifestación ó situación, producto de cualquier fenómeno, natural, técnico ó social que puede dar lugar ó no, a una emergencia.
• Emergencia: Evento capaz de afectar el funcionamiento cotidiano de una comunidad, pudiendo generar víctimas y daños materiales, afectando la estructura social y económica de la colectividad involucrada.; igualmente es una situación de circunstancia irregulares que se producen de manera súbita e imprevista, que pueden originar daños a las personas, propiedades y/o medio ambiente y por ende demanda una acción inmediata.
• Control de incendios: Es la acción coordinada de reducir la magnitud de un incendio y sus efectos, a través de la inhibición quimica, de la llama, enfriamiento , sofocación ó retiro del material combustible hasta que se logre la extinción, no permitiendo de este modo la propagación de los limites destinados para ello ni produzca daños inadmisibles a personas ó elementos que se encuentren fuera de dichos limites.

Espero con estas `pequeñas líneas colaborar un poco en el debate Nacional empírico que se lleva a cabo por todos los venezolanos con respecto al tema AMUAY.
Artículo suministrado por el TSU en Tecnología Bomberil. Joe Benitez 

Anécdoctas del Libertador Simón Bolívar y su Caballo Palomo.



Un relato que ha pasado de boca y boca desde que un campesino colombiano lo fue difundiendo por todos lados. El campesino contaba que cuando Simón Bolívar se dirigía a Tunja, Colombia, en noviembre de 1814, para dar cuenta al Congreso de los sucesos ocurridos en Venezuela entre los años 1813 y 1814, llegó al sitio rural denominado Santa Rosa, Colombia, montando un caballo enfermo. Allí hizo un alto por varios días esperando que la bestia se recuperara, pero viendo que el caballo no se mejoraba decidió contratar un peón para que cargara las alforjas y le sirviera de guía. Durante la travesía Bolívar empieza una conversación con el baquiano, quien no conoce a la persona a la que sirve.

- Juan, dime una cosa. ¿Por qué no quisiste alquilarme la yegua?

-Señor, esa yegua va a tener un potro y podría perderlo.

-Pues yo te hubiera dado también el valor del potro.

-No, no lo hubiera aceptado tampoco, porque mi mujer soñó que el potro va a ser para un gran general y a la Casilda nunca le falla un sueño.

-Y ¿Cómo pinta ella a ese general?

-Ella lo ve como un hombre chiquito y no muy blanco. Y... ¿Usted no cree en los sueños?
-Si, yo si creo en los sueños, yo he vivido soñando con la libertad de mi patria y de toda América.
-Señor, tenga por seguro que ese sueño se cumplirá. – le responde el campesino.


Bolívar ante el Congreso explica su conducta y poco después realiza los viajes a Jamaica y Haití pidiendo ayuda para liberar su patria. Unos meses después Bolívar emprende la campaña libertadora de la Nueva Granada. 5 años después del encuentro con el campesino colombiano Juan, en víspera de la gloriosa batalla en Pantano de Vargas, 1819, Bolívar estaba arengando a sus tropas para animarlas a la próxima contienda, al final habla con el coronel Rondón, comandante de la caballería patriota, “Coronel Rondón, la república está en sus manos”. Y aquel hombre, victorioso en muchas batallas, le responde: “No se preocupe, mi general, que Rondón todavía no ha peleado” De pronto una montuna voz saca a ambos de la emoción que les embarga.

– Mi general Bolívar, aquí tiene el potro que le manda Casilda.

El Libertador volvió la vista sobre aquella persona y reconoce al guía de Santa Rosa, de inmediato se recuerda del sueño de su mujer y toma aquel incidente como un aviso del cielo; y sobre el blanco lomo de Palomo cabalgó en Pantano de Vargas, dirigió la batalla de Boyacá, último baluarte de los españoles en la Nueva Granada y siguió con aquel caballo y cuando Bolívar en 1827 tiene que regresar a Venezuela a confrontar la insubordinación del general Páez, tiene muy pendiente pasar por casa de Casilda y darle las gracias por el regalo del potro, y al despedirse le dice: -Señora, ¿No ha tenido otro sueño respecto a mí? porque son vaticinios y yo creo en ello. –Si general, lo he visto que montado en mi caballo usted ha entrado a muchas ciudades después de ganar grandes batallas.


Y en verdad el Libertador Simón Bolívar recordó que siempre amó a su Palomo y que éste reconocía su voz, también el ruido que hacía con sus pasos y cada vez que lo montaba se veía al noble animal como temblaba de respeto y relinchaba de alegría. El Libertador sobre la blancura del Palomo parecía un Dios guerrero venido del Olimpo, el Libertador lloró la muerte de El Palomo. Recordó que sobre ese caballo él dirigió la batalla de Carabobo, vio como los españoles abandonaban el más glorioso campo de su patria y lloró a los valientes que cayeron en el combate; y después de algún tiempo marcha montado en su Palomo al sur para libertar a esos países y quedarse definitivamente en la cumbre de la gloria. Ese es el mismo caballo blanco que montó nuestro Libertador, Simón Bolívar, y cuya estampa vemos en la mayoría de las pinturas ecuestre del héroe venezolano.

José Manuel Ameliach en Aporrea. 20/08/12
joseameliach@hotmail.com

martes, 28 de agosto de 2012

Reseña Histórica de los Primeros Comandantes del Cuerpo de Bomberos de Caracas



1.      Coronel. Rufino Loscher Blanco (1946-1948; 1968-1974)  

2.      Coronel. Ernesto Gumersindo López Navarrete  (1948)  

3.      Coronel. Victoriano Jordán Pestano (1958-1965)  

4.      Teniente Coronel. Oscar Rogelio Hurtado (1970-1972)  

5.      Coronel. Luis Montes Meinhardt (1974-1980)  

6.      Teniente Coronel. Humberto Gerardo Ovalles Ibarra (1980-1982)  

7.      Coronel. José Octavio González Balsa (1982-1984)  

8.      Coronel. Publio Santiago Alvarado Ruíz (1984-1987)
  
9.      Coronel. Ángel Ramón Freytes Gimenez (1987-1992)  

10.  Coronel. José Fernández Vegas (1993-1998)  

11.  Comandante General. Rodolfo Aníbal Briceño (1998-2004)  

12.  Comandante General. Francy María Figueroa de M (2004-2008)  

13.  Coronel. Jorge Coromoto Molina Rivas (18/12/2008-15/05/2009) 

14.  Comandante General. Ángel Wiliam Martínez Quintana (14/05/2009-02/06/2015)

15. Comandante General (a). Rosaura Navas (02/06/2015- 16/01/2017)

16. Comandante General. Ángel Martínez Moreno (17/01/2017-2021)

17. Comandante General. Gagarin Esqueda Piñango (2021...)

sábado, 4 de agosto de 2012

Los Garrones de la Cultura Educativa


Los Garrones de la Cultura Educativa…
Los cirujanos, los sacamuelas, los locutores, los periodistas y los actores de teatro -que son, como se sabe, los espíritus rectores de la opinión filosófica- han dicho miles de veces que la característica más notable de nuestro tiempo es la velocidad.

Algunas personas sensibles suelen quejarse amargamente de este hecho, afirmando que nuestros galopes existenciales levantan demasiada polvareda.

No les falta razón a estos sofocados pensadores, deseosos de resuello. Pero hay que decir en defensa de la velocidad, que hay ocasiones en que no causa daño ninguno y hasta ayuda a hacer la vida un poco mejor. Por ejemplo, no es malo que el subterráneo tarde 20 minutos entre Chacarita y Leandro Alem, en vez de dos horas.

Tampoco es malo reducir las tardanzas de un avión que va a París. Y es mejor curarse alguna peste en dos días que en un año.

La velocidad nos ayuda a apurar los tragos amargos. Pero esto no significa que siempre debamos ser veloces.  En los buenos momentos de la vida, más bien conviene demorarse. Tal parece que para vivir sabiamente hay que tener más de una velocidad. Premura en lo que molesta, lentitud en lo que es placentero. Entre las cosas que parecen acelerarse figura -inexplicablemente – la adquisición de conocimientos.
En los últimos años han aparecido en nuestro medio numerosos institutos y establecimientos que enseñan cosas con toda rapidez: haga el bachillerato en seis meses, vuélvase perito mercantil en tres semanas, avívese de golpe en cinco días, alcance el doctorado en diez minutos.

Muchas veces me he imaginado estos cursos bajo la forma de una película filmada a cámara rápida, con alumnos atropellándose en los pasillos, permisos para ir al baño denegados y capítulos de la historia groseramente mutilados.

Capítulo seis: los fenicios. Los fenicios eran un pueblo de mercaderes, etcétera. Capítulo siete: Grecia. Los griegos inventaron la tragedia, las cariátides, etcétera. Capítulo veinte: La Edad Contemporánea. La Edad Contemporánea comienza con la Revolución Francesa y todavía sigue, etcétera.

Calculo que el asunto no será tan grave. Supongo que se tratará de conseguir la máxima concentración mental por parte del alumno. Supongo también que no se perderá tiempo en tonterías. De todos modos, no sé si esto es suficiente para reducir el tiempo de un aprendizaje a la quinta parte. Quizá se supriman algunos detalles. ¿Qué detalles?

Desconfío.
Yo he pasado siete años de mi vida en la escuela primaria, cinco en el colegio secundario y cuatro en la universidad.

Y a pesar de que he malgastado algunas horas tirando tinteros al aire, fumando en el baño o haciendo rimas chuscas, puedo decir que para aprender las pocas destrezas que domino tuve que usar intensamente la pensadora. Y no creo que ningún genio recorra en un ratito el camino que a mí me llevó decenios.

¿Por qué florecen estos apurones educativos? Quizá por el ansia de recompensa inmediata que tiene la gente. A nadie le gusta esperar. Todos quieren cosechar, aún sin haber sembrado. Es una lamentable característica que viene acompañando a los hombres desde hace milenios.

A causa de este sentimiento algunos se hacen chorros. Otros abandonan la ingeniería para levantar quiniela. Otros se resisten a leer las historietas que continúan en el próximo número.

Por esta misma ansiedad es que tienen éxito las novelas cortas, los teleteatros unitarios, los copetines al paso, las señoritas livianas, los concursos de cantores, los libros condensados, las máquinas de tejer, las licuadoras y en general, todo aquello que nos ahorre la espera y nos permita recibir mucho entregando poco.
Todos nosotros habremos conocido un número prodigioso de sujetos que quisieran ser ingenieros, pero no soportan las funciones trigonométricas. O que se mueren por tocar la guitarra, pero no están dispuestos a perder un segundo en el solfeo. O que le hubiera encantado leer a Dostoievsky, pero les parecen muy extensos sus libros.

Lo que en realidad quieren estos sujetos es disfrutar de los beneficios de cada una de esas actividades, sin pagar nada a cambio.

Quieren el prestigio y la guita que ganan los ingenieros, sin pasar por las fatigas del estudio. Quieren sorprender a sus amigos tocando ‘Desde el Alma’ sin conocer la escala de si menor. Quieren darse aires de conocedores de literatura rusa sin haber abierto jamás un libro.

Tales actitudes no deben ser alentadas, me parece. Y sin embargo eso es precisamente lo que hacen los anuncios de los cursos acelerados de cualquier cosa. Emprenda una carrera corta. Triunfe rápidamente. Gane mucho dinero sin esfuerzo ninguno.

No me gusta. No me gusta que se fomente el deseo de obtener mucho entregando poco. Y menos me gusta que se deje caer la idea de que el conocimiento es algo tedioso y poco deseable. No señores: aprender es hermoso y lleva la vida entera.

El que verdaderamente tiene vocación de guitarrista jamás preguntará en cuánto tiempo alcanzará a acompañar la zamba de Vargas. ‘Nunca termina uno de aprender’ reza un viejo y amable lugar común. Y es cierto, caballeros, es cierto.

Los cursos que no se dictan
Aquí conviene puntualizar algunas excepciones. No todas las disciplinas son de aprendizaje grato. Y en alguna de ellas valdría la pena una aceleración. Hay cosas que deberían aprenderse en un instante.
El olvido, sin ir más lejos. He conocido señores que han penado durante largos años tratando de olvidar a damas de poca monta (es un decir). Y he visto a muchos doctos varones darse a la bebida por culpa de señoritas que no valían ni el precio del primer Campari.

Para esta gente sería bueno dictar cursos de olvido. Olvide hoy, pague mañana. Así terminaríamos con tanta canalla inolvidable que anda dando vueltas por el alma de la buena gente.

Otro curso muy indicado sería el de humildad. Habitualmente se necesitan largas décadas de desengaños, frustraciones y fracasos para que un señor soberbio entienda que no es tan pícaro como él supone. Todos -el soberbio y sus víctimas- podrían ahorrarse centenares de episodios insoportables con un buen sistema de humillación instantánea.

Hay -además- cursos acelerados que tienen una efectividad probada a lo largo de los siglos. Tal es el caso de los sistemas para enseñar lo que es bueno, a respetar, quién es uno, etcétera. Todos estos cursos comienzan con la frase ‘Yo te voy a enseñar’ y terminan con un castañazo. Son rápidos, efectivos y terminantes.

Elogio de la ignorancia
Las carreras cortas y los cursillos que hemos venido denostando a lo largo de este opúsculo tienen su utilidad, no lo niego.

Todos sabemos que hay muchos que han perdido el tren de la ilustración y no por negligencia. Todos tienen derecho a recuperar el tiempo perdido. Y la ignorancia es demasiado castigo para quienes tenían que laburar mientras uno estudiaba. Pero los otros, los buscadores de éxito fácil y rápido, no merecen la preocupación de nadie. Todo tiene su costo y el que no quiere afrontarlo es un garronero de la vida. De manera que aquel que no se sienta con ánimo de vivir la maravillosa aventura de aprender, es mejor que no aprenda.

Frecuento a centenares de personas bondadosas, sensibles y llenas de virtud que desconocen minuciosamente el teorema de Pitágoras. Después de todo, es preferible ser ignorante a ser estúpido. Más aún cuando la estupidez es el producto de una mala educación. Oscar Wilde vio mejor que nadie este asunto de la estupidez ilustrada. ‘Hay hombres llenos de opiniones que son absolutamente incapaces de comprender una sola de ellas’. Tenía razón el irlandés.

Yo propongo a todos los amantes sinceros del conocimiento el establecimiento de cursos prolongadísimos, con anuncios en todos los periódicos y en las estaciones del subterráneo.

Aprenda a tocar la flauta en cien años.

Aprenda a vivir durante toda la vida.

Aprenda. No le prometemos nada, ni el éxito, ni la felicidad, ni el dinero. Ni siquiera la sabiduría. Tan solo los deliciosos sobresaltos del aprendizaje.

Autor Alejandro Dolina