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lunes, 2 de julio de 2012

Historia de los Bomberos a Nivel Mundial



"Historia de los Cuerpos de Bomberos en el mundo"

La historia del Cuerpo de Bomberos se remonta a los orígenes de la humanidad, ya que podemos estar seguros que el descuido nació en el hombre antes de la idea de frotar pedernales para hacer el fuego con que cocinar sus alimentos y calentarse en los fríos días de invierno.

El fuego una vez producido y debidamente controlado, era el amigo más fiel del hombre, se volvía un peligroso enemigo que destruía sus hogares, sus utensilios de labranza y sus siembras, cuando el descuido permitía que se extendiese fuera del control humano.

Es lógico pensar que el hombre conoció el fuego a través de la naturaleza y sus fenómenos, tales como el rayo, la combustión espontánea o el volcán en erupción.

En la misma forma en que la naturaleza le enseño al hombre que era el fuego y los daños que podía ocasionar, le enseño también como extinguirlo. Así el hombre de la prehistoria vio como el agua que caía en forma de lluvia apagaba el fuego.

Así a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo, el agua siempre ha sido el principal medio de extinguir incendios; siendo en extremo interesante ver como el agua ha mantenido la supremacía en cuanto a agentes para extinción del fuego, a pesar de los innumerables esfuerzos hechos por el hombre para buscarle sustituto.

El desarrollo y el perfeccionamiento de los pitones de rocío han demostrado la importancia y efectividad en fuegos en aceites, en aparatos y motores eléctricos y en otras ocasiones en que se considero peligroso el uso del agua. Así gano el agua otra lucha por su liderato.

Prácticamente el progreso habido en la ciencia de apagar fuegos, desde los más remotos días de la historia antigua hasta nuestros días, se ha basado en el desarrollo de inventos de maneras para obtener mayores cantidades de agua y lanzar la misma, en la forma más efectiva para extinguir el fuego.

A medida que la civilización se desenvolvía, los edificios ganaron altura. Los pueblos crecían en todas direcciones y los primitivos cubos de cuero resultaban inefectivos. Y es ahí donde comienza la interesante historia de la transición desde el humilde cubo hasta la moderna bomba de alta presión.

La historia de los Cuerpos de Bomberos debidamente organizados, se remonta a los tiempos en que las antiguas ciudades de Grecia y Roma estaban en el apogeo de su esplendor, varios siglos antes de la era cristiana.

Lentamente, estas instituciones fueron desarrollándose, mejorándose en cuanto a organización técnica y a equipo se refiere, alcanzando un alto grado de eficiencia, durante el primer siglo después de Cristo en la ciudad de Roma.

Para esta época, la Metrópoli Romana tenía un Cuerpo de Bomberos que contaba con cerca de 7000 miembros que luchaban contra las llamas, usando métodos empíricos y relativamente muy eficientes.

Muy poco se sabe de los Cuerpos de Bomberos durante el periodo de tiempo comprendido por los siglos III al X de la edad media.

Como casi todas las ciencias y artes, la ciencia de combatir incendios cayó en la oscuridad del olvido, poco después del colapso del imperio romano, para resurgir de nuevo entre el esplendor del renacimiento, a mediados del siglo XIV.

Las modernas máquinas que hoy vemos avanzar con rapidez asombrosa por las avenidas de las grandes ciudades y que son usadas por las más progresistas y eficientes organizaciones, son en realidad las ediciones ampliadas y mejoradas de las maquinas llamadas “Siphona”, inventadas cuatro siglos antes de Cristo por Ctesibius, ingenioso griego nacido en Alejandría y por otro no menos ingenioso griego, Herón, quien nació en el año 200 A.C., inventó un aparato para la extinción de incendios cuyas características esenciales han sido usadas hasta 2000 años mas tarde.

Con anterioridad a Ctesibius y a Herón, no se conoce ningún aparato de combatir incendios que no sea el cubo de cuero.

En el año 440 A.C., y aunque por corto tiempo, se uso un aparato hecho de los intestinos y estomago de los bueyes. Los intestinos eran usados en forma de mangueras, mientras el estomago, o un saco de lona, servía de tanque o recipiente.

Al operarse tan rústico sistema, se llenaba de agua el saco y se llevaba al lugar del siniestro; los intestinos se estiraban hasta alcanzar el edificio en llamas, y varios hombres hacían presión sobre el saco, obligando al agua a pasar a través de las mangueras hasta el fuego.

Este método no parece haber dado buenos resultados, ya que en toda la historia no se vuelve a mencionar.

Mas tarde apareció la “jeringa”, que consistía básicamente de un cilindro y un pistón para imprimir presión.

Se llenaba el cilindro de agua y haciendo presión con el pistón, se obligaba al agua a salir por el pitón con relativa fuerza. Este tipo de extinguidor se uso en Roma, para el año 300 A.c. y estaba en uso en Inglaterra para fines del siglo XII.

Las bombas inventadas por Herón en Roma y por Ctesibius en Grecia, tenían bastante en común y son estas las que dieron la base para el desarrollo de nuestra moderna y eficiente bomba. La bomba inventada por Herón, consistía en dos pistones de bronce conectados a una sola salida.

Los cilindros estaban ajustados a una base de madera, la que se sumergía en el agua.

El artefacto inventado por Ctesibius, consistía de una bomba de doble acción operada manualmente, la que desde el propio aparato lanzaba un chorro hasta el incendio.

Estas bombas se generalizaron en Grecia y en varias ciudades del Imperio Romano en los comienzos de la era cristiana.

Al principio estos aparatos de extinguir incendios, eran manipulados por voluntarios, que generosamente cooperaban en los momentos trágicos de un incendio.

Cuando se le propuso a Trajano, Gobernador de una de las provincias Romanas, que un Cuerpo de Bomberos Voluntarios fuera organizado, este se opuso tenazmente. Insistía que un grupo de hombres trabajando de forma voluntaria o espontánea, traería grandes contratiempos, ya que, sin importar como se les llamase, o como estuvieran organizados, no faltarían divisiones entre ellos mismos.

En vez de un grupo de Bomberos Voluntarios, Trajano sugirió que el Gobierno proveyese maquinas de extinguir incendios y que los dueños de las casas ardiendo y todo aquel cuya casa estuviese en peligro, fuesen obligados a operar dichas maquinas.

Son innumerables los fuegos ocurridos en Roma, en los tiempos de Plinio. Creso, llamado El Rico, obtuvo su inmensa fortuna, del fuego y de la guerra. Creso, se ideo el negocio de comprar edificios cuando estaban ardiendo y aquellos adyacentes, que estuviesen en peligro.

Por lo regular, los compraba a precios muy bajos, aprovechándose de la ocasión en que los dueños los vendían a cualquier precio ante el temor de perderlo todo.

Aparentemente, Creso tenía su organización privada de Bomberos que se ocupaban de apagar el fuego y evitar que se extendiera. Más tarde, los edificios eran reparados y vendidos, siendo de tal magnitud el producto de estos negocios, que Creso era conocido en todo el mundo como el hombre más rico de todas las épocas.

El primer Cuerpo de Bomberos, cuya organización le acredita para llamarse como tal, fue en Roma durante el primer siglo antes de Cristo. Fue organizado en el año 22 A.c., por el emperador Augusto Cesar y se componía de 600 esclavos a los que llamaban Vigiles.

Este sistema de Esclavos Bomberos, funciono hasta seis años d.C., cuando Augusto Cesar reorganizo el Cuerpo de Bomberos, creando un departamento u organización mejor entrenado y equipado, más a tono con las necesidades y el prestigio de una gran ciudad, que era la capital del mundo ara aquella época.

Esta organización rindió espléndidos servicios hasta la caída del Imperio Romano (476 d.C.) La nueva organización creada por el emperador Augusto, estaba compuesta por 10.000 Bomberos (esclavos liberados o ciudadanos), con equipo adecuado y suficiente.

Aunque se seguían llamando Vigiles, eran miembros de una organización semimilitar, con divisiones y subdivisiones similares a aquellas del ejército romano, estando cada división a cargo de una demarcación o zona especifica.

Este Cuerpo de Bomberos estaba dividido en diez cohortes urbanas, aunque cada una de estas también controlaba y era responsable de la seguridad de los distritos semiurbanos, en los que la ciudad estaba dividida.

Primeramente, los cuarteles fueron establecidos en residencias privadas, siendo posteriormente dotados de estructuras propias; que por su lujo, comodidad y tamaño podían llamarse palaciego. Cada cohorte tenía dos Siphona, escaleras, escobas de metal, picotas, mallas, palas y otros equipos.

El salvamento y protección de la propiedad se llevaba a cabo cubriendo la misma con mantas llamadas formiones, las que, siendo impermeables evitaban que el agua las dañara.

Se disponía también de hachas conocidas en aquella época con el nombre de dolobrae.
Las mallas de seguridad, muy parecidas a las usadas actualmente, también se encontraban entre el equipo romano y eran conocidas como cantones.

Las escaleras se conocían por escalae, otro equipo ya en uso para esta época era el arpón (perticae) y los cubos hechos con sogas fuertemente tejidas y entrelazadas (amae).

El personal del Cuerpo de Bomberos organizado por el emperador Augusto Cesar, tenia distintos rangos jerárquicos, incluyendo un Prefecto, un Sub-Prefecto, diez Tribunos, cien Centuriones, cien Vixillarii, y un número indeterminado de bomberos con distintas calificaciones, denominadas: Acquarii, Siphonarii, Uncunarii y Falcarii.

Sus clasificaciones indicaban el trabajo que realizaban en la escena del incendio.
El Prefecto tenía el Comando de todo el Cuerpo, quien por lo general era seleccionado por el emperador de entre la aristocracia romana.

Los demás rangos correspondían a los Jefes de Zona, Capitanes, Tenientes, Sargentos y Cabos de los modernos Cuerpos de Bomberos.

Los siphonarii estaban a cargo del manejo de las maquinas y los pitones, mientras que los Acquarii eran encargados de suplir agua a las siphona.

Así mismo, los distintos rangos en el Cuerpo de Bomberos de tan lejana época, corresponden a los rangos del ejército romano.

Los bomberos romanos recibían un salario y una pensión al retirarse después de haber servido por 26 años.

El prefecto tenía poderes de juez, para juzgar asuntos relacionados con los fuegos. Si alguien obstruía el libre tránsito de los equipos, el Prefecto podía ordenar su arresto y celebrarle juicio inmediatamente.

Un número de azotes era corriente en estos casos, dependiendo del número de estos, de la intensidad y magnitud del incendio.

Los Bomberos, eran una combinación de Bomberos y Policías, y llevaban macanas y otros objetos con los que castigaban a los que entorpecían sus labores. Entre los antiguos Jefes o Prefectos de mayor renombre durante este glorioso periodo, figura el Prefecto Aeneas Cyrenus.

El historiador Plinio, hace resaltar la falta de equipo en las ciudades de menos importancia durante el primer siglo de la era cristiana.

Es difícil determinar cuántas ciudades siguieron el ejemplo dado por Roma, así como también es difícil señalar cuantas ciudades desaparecieron víctimas de las llamas, especialmente durante las invasiones nórdicas.

No hay indicadores históricos que durante los siglos XII y XIII de la edad media señalen que los pueblos se preocuparon por su seguridad, en lo que a combatir y a evitar incendios se refiere.

Pero, ya en el año 1460 la ciudad de Francfort (Alemania), tenia leyes para proveer protección contra incendios y en 1518 estaba en la ciudad de Angsburgo distintos instrumentos y aparatos de combatir incendios.

Gaspar Schott, padre jesuita, escribió descripciones de las maquinas y aparatos de combatir incendios en la ciudad de Konishofen en el año 1617, y con lujo de detalles describe la monumental bomba construida por John Jautsch en Nuremberger en 1657. De los países europeos, fue Alemania el que más adelanto en los métodos de extinguir incendios. Construyo su primera bomba de mano en la ciudad de Nuremberger en 1616.
Consistía dicho aparato de un recipiente bastante grande montado en correderas, con un pistón en el centro.

Tres hombres eran necesarios para su operación, en adición a aquellos encargados de suplir agua al recipiente. Las palancas del pistón estaban fijas a una pieza horizontal, las que se manipulaban subiendo y bajando, lo que ponía en funcionamiento el pistón y el agua era lanzada a presión por el pitón, cuya forma semejaba el cuello de un ganso.

Al finalizar el siglo XVI, encontramos que los grandes recipientes de agua, con sus pistones, sus balancines y pitones han sido montados en ruedas de madera y eran más fuertes.
Un nuevo pitón había sido inventado, el que funcionaba sobre unión universal y podía moverse en distintas direcciones.

Durante el año 1699, Paris contaba con 17 aparatos de combatir incendios, llamados bombas, pero ya en 1712 la capital francesa contaba con 30, distribuidas en distintas demarcaciones de la ciudad.
Es muy probable que dichas bombas hayan sido similares a las que nueve años más tarde (1721) importara en Londres la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos de América. Ya para esa época un inventor apenas conocido había ingeniado uno de las variaciones de mayor beneficio, al adicionar a la bomba una cámara de aire, dentro de la cual el aire comprimido expelía el agua en forma de chorro continuo.

En 1748, Ricard Newsham, ingeniero ingles, desarrollo y perfecciono la primera de las modernas bombas de mano.
Fue este el primer aparato con los balancines convenientemente montados, de manera que su presión, al juntarse la fuerza y el peso de varios hombres pudieran operarla, aumentando la fuerza y su presión.

La altura del chorro lanzado por la maquina Newsham era alrededor de 60 pies. Nótese aquí la constante preocupación del hombre por alcanzar mayores alturas, siendo para los años 1820 a 1832 cuando se escribieron en las calles londinenses las páginas negras de la historia de los Cuerpos de Bomberos.

En Londres se intensifico la organización científica en los Cuerpos de Bomberos, después del gran fuego ocurrido en 1666. El desarrollo de estas organizaciones estaba estrechamente ligado al negocio de seguros.

Durante los últimos años del siglo XVII varias compañías de seguros fueron organizadas en Londres y todas ofrecían como incentivo para sus negociaciones, la protección de las propiedades aseguradas con ellas por Bomberos pertenecientes a dichas empresas.

Cada compañía tenía sus propias Brigadas de Bomberos para proteger las edificaciones por ellas aseguradas, por la sencilla y comprensible razón de que mientras menos propiedad asegurada se quemase, menos dinero tendría que pagar, y mayores serian los beneficios de la compañía.
Cada compañía de seguro colocaba al frente de las propiedades por ella aseguradas, distintivos alusivos a la empresa responsable del seguro, con el fin de que sus Bomberos pudieran conocer cuales propiedades debían proteger.

Era corriente el caso en que en una zona hubiese varios edificios aseguradas con distintas compañías. A la voz de alarma, al ocurrir un incendio en dicha zona, concurrían las brigadas de todas las compañías y cada una trataba de proteger y salvar las propiedades que lucían los distintivos de sus compañías.
Verdaderas luchas se entablaban en las calles por apoderarse de las bocas de incendio, y no fueron pocas las veces que, mientras las llamas consumían las propiedades, los Bomberos luchaban en las calles por apoderarse de las fuentes de abastecimiento de agua.

En estas luchas, se usaban los mismos aparatos y equipos para el combate de incendios y tratando por todos los medios de destruir el equipo de la brigada rival.
En esta forma los Cuerpos de Bomberos resultaban poco menos que inútiles, ya que los mismos inflaban las nominas de las compañías a la vez que rendían muy poca labor efectiva.
Pero los directores de las compañías de seguros se dieron cuenta del problema que representaba tener distintas Brigadas de Bomberos, y concretaron su unificación.

De los cambios ocurridos en esa época, el Mayor C.C.B. Morrys, ingeniero mecánico, Jefe del Cuerpo de Bomberos de Londres, en su libro FIRE, escribe: En los comienzos del siglo XIX, eran sumamente inadecuadas las provisiones para la protección de la ciudad, ya que las Brigadas de Bomberos, sostenidas por las compañías de seguros, extinguían solamente aquellos fuegos que ocurrían en los edificios asegurados por sus patronos y la rivalidad entre las compañías de seguros y las Brigadas causaban gran confusión.

En 1832, diez de las compañías de seguros más importantes juntaron sus recursos y formaron lo que se conoció como el Establecimiento de las Bombas del Fuego de Londres (London Fire Engine Establishment).
Jaime Braidwood, quien desde 1824 había estado a cargo de la Brigada de Bomberos de Edimburgo (la primera que se estableció en Inglaterra), fue nombrado Superintendente.

Un año más tarde 1n 1833, se aprobó una Ley de proveía protección contra incendios, a las propiedades fuera del área central de Londres.
El 22 de junio de 1861 ocurrió un pavoroso incendio en la calle Tooley, que causo la perdida de varias vidas incluyendo la de Jaime Braidwood, quien pereció debido al derrumbamiento de un edificio mientras dirigía las operaciones de extinción del incendio. Las pérdidas estimadas en este siniestro están alrededor de 2.000.000 de libras esterlinas. Esta fue una de las causas que más influyeron para que el gobierno decidiese encomendar la responsabilidad de proteger la ciudad de Londres a la Junta Metropolitana de Obras Públicas, decisión que se incorporo a la Ley Metropolitana de Brigadas de Bomberos de 1865. En consecuencia, la Junta se hizo cargo, el día 1ro. de Enero de 1866, de los miembros y aparatos del establecimiento de Bombas de Fuego, incluyendo 130 Oficiales y Bomberos, distribuidos entre sus 7 Parques.

En 1867 la Junta se hizo cargo de las 85 bombas y de la mayoría de los empleados de la Sociedad Real para la Protección de Vidas contra Incendios.
El Capitán, mas tarde Sir Eyre Massey Shaw, Superintendente del Establecimiento de Bombas de Fuego de Londres, fue el primero en ser nombrado Oficial de la Junta Metropolitana de Bomberos, y a los antiguos cuarteles del establecimiento en la calle Watling continuaron usándose hasta que se edifico en 1878 un Parque nuevo en la avenida Soithwark Bridge.

En los años siguientes continúo aumentando progresivamente tanto la fuerza de la Brigada de Bomberos como el número de Estaciones o Cuarteles, a fin de proveer protección adecuada para toda el área de Londres. Entre los años 1865 y 1899 el número de Parques aumento de 17 a 55 y ya en 1907 hasta 80 de ellos.

Durante los primeros años de la Jefatura del Capitán Shaw no existían los sistemas de alarma en las calles.
Cada Parque estaba provisto de una alta torre de observación desde la que los Bomberos vigilaban constantemente la ciudad.

El Vigía o Bombero Vigilante eran cambiados periódicamente, estableciéndose así el sistema de vigilantes. Cada torre de observación estaba equipada con binoculares y compases para la mayor eficiencia y exactitud en el momento de dar la alarma, cuando un incendio era avisado por el Vigilante.
La orden de salida a las distintas brigadas con su equipo era dada de acuerdo con el sitio en que se desarrollaba el incendio, ya que cada brigada daba servicio en determinadas zonas o distritos. En 1904 el titulo de Brigada Metropolitana de Bomberos fue cambiado al de Brigada de Bomberos de Londres.

Mientras los europeos luchaban por mejorar los sistemas de extinguir incendios, los Estados Unidos de América, un pueblo nuevo para aquella época, también sentía, lamentaba y sufría los estragos causados por los incendios.

Apuntes dignos, demuestras que en el año 1648 la ciudad de Nueva York, conocida entonces como Nueva Ámsterdam, ordeno a Holanda un cargamento de escaleras, garfios y cubos de cuero. En 1731, dos maquinas construidas por Newshaw, fueron importadas de Londres y llegaron a Nueva York el 1ro. de Diciembre de 1731. Es muy probable que estas hayan sido las primeras maquinas de extinguir incendios usadas en el nuevo mundo.

La primera máquina conocida para el combate y la extinción de incendios construida en estados Unidos de America, fue diseñada y construida por Anthony Nochols en la ciudad de Philadelphia en 1732.
Un año más tarde, los hermanos Tomas y José Hill construían la segunda en Boston (Massachusetts). A pesar que durante los años comprendidos entre 1732 y 1768 muchos y variados estilos de maquinas y bombas fueron construidas en los EUA, ninguna era tan eficiente como las Newshaw y muchas ciudades americanas las adquirieron. Las mejoras más importantes introducidas al equipo de combate del fuego desde la época del desarrollo de la máquina de Newshaw ocurrieron en 1832, cuando toda la ciencia fue revolucionada con un equipo capaz de succionar agua de un recipiente.

Mientras tanto, en Europa ocurría otra revolución en la ciencia del combate de incendios. En la ciudad de Ámsterdam (Holanda), y en 1672, desarrollaron un nuevo equipo y una nueva técnica, técnica y equipo que han sido desde la fecha de su desarrollo, la piedra angular de todo Cuerpo de Bomberos en el mundo entero.

La primera manguera de extinguir incendios surgió en 1672 en Ámsterdam, muy parecida a las
mangueras en uso actualmente, construida de cuero y en tramos de 50 pies de largo, con uniones de bronce en ambos extremos. Este invento puso fin a la época de los cubos de cuero.
Ya no había necesidad de exponer las vidas de los Bomberos, así como el equipo, ya que con el nuevo sistema de mangueras, las maquinas podía colocarse a mayor distancia del edificio incendiado y evitar que los Bomberos y equipos fueran víctimas de las llamas.

Fue este el comienzo del sistema de atacar el incendio en su base. Hasta esta fecha, los Bomberos tenían que conformarse con lanzar chorros de agua desde las maquinas y a través de ventanas y puertas.
Es sorprendente notar la lentitud con que se generalizo el uso de la manguera en America. No fue hasta 1811 (139 años más tarde), que la primera manguera de cuero fue fabricada en los EUA en la ciudad de Philadelphia por A.L. Pennock y james Sellers.

La primera máquina de apagar fuego construida por los señores Pennock y Sellers fue entregada a la ciudad de Providence, en el Estado de Rhode Island en 1822 y constituyo uno de los acontecimientos más comentados de la época.

Los periódicos de aquellos días llamaron a esta pieza de equipo una de las grandes invenciones de la época. Desde ese día, todas las maquinas fueron construidas con bombas capaces de succionar y con estas surgió la era romántica en la historia de los Bomberos, la que termino 30 años más tarde con la invención de la bomba movida por vapor y la organización de Bomberos Profesionales con salarios fijos.
Fueron durante estos 30 años que se escribieron en la historia de America, las páginas más pintorescas en relación con las organizaciones de Bomberos.

Como cada máquina o bomba llevaba solamente 300 pies de mangueras, varias brigadas tenían que interconectar su equipo para poder llegar desde la fuente de abastecimiento hasta el incendio. Muy lejos de aquellos Bomberos estaba el espíritu de cooperación. Cada brigada trataba de bombear mayor cantidad de agua que lo que la próxima bomba podía absorber, ocasionándose daño y exponiendo sus Bomberos al ridículo. El individualismo, tan peligroso en los Cuerpos de Bomberos, imperaba en todos los Bomberos de estos años.

Cada Jefe trataba de exponer al ridículo a los otros Jefes, cada Bombero trataba de ridiculizar a los otros Bomberos. No hubo incendio, por pequeño que este fuese, que no comenzase y terminase con luchas y peleas entre Bomberos. Esta rivalidad dio motivo a centenares de alarmas falsas, dadas, con el único fin de dar oportunidad para la lucha. En Londres (1829), el famoso ingeniero George Brathwaite invento la máquina de vapor. En su invento fue grandemente ayudado por el Capitán John Ericson, quien más tarde se cubría de gloria y fama al construir el barco de Monitos que tan prominente sitial ocupara en la guerra civil de los EUA. La primera bomba de vapor pesaba 12 toneladas y media, y tenía un motor capaz de desarrollar 10 Hp. y lanzar 250 galones de agua por minuto. Debido a lo enorme de su peso era muy poco manuable y pronto cayó en desuso. En 1832, Brathwaite construyo otra de estas maquinas para la ciudad de Berlín, pero tampoco tuvo éxito.

En 1841, el Sr. Paúl R. Hodges, de Nueva York, invento una nueva bomba que era movida por la presión del vapor producido por una caldera.
Fueron también las ocho toneladas de peso, el principal motivo de su fracaso. Aunque en una exhibición dada frente a la Alcaldía de Nueva York, el 27 de marzo de 1841, esta máquina lanzo tres potentes chorros de agua, resultaba muy difícil de manipular en los incendios, terminando su vida útil como pieza en un museo.

En enero de 1840, el Instituto de Mecánicos de Nueva York ofreció una medalla de oro como premio para el que produjera los mejores planos para la bomba de vapor. El premio lo gano John Ericson. Entre las mejores bombas y maquinas de extinguir incendios construidas durante el siglo XIX, ocupan lugar destacado las fabricadas en los años 1852 al 1856 en la ciudad de Cincinnati por la firma A.B. & E. Latta.

El costo de una de estas maquinas ascendía a $ 7.925,00. En la historia Americana, el Sr. Latta es reconocido como uno de los genios de su época, así como uno de los inventores más destacados.

El equipo de su fabricación fue usado por las más importantes ciudades, siendo Boston una de las primeras en adquirirlos el 24 de febrero de 1855.
Para mediados del siglo XIX, el problema mayor en los Departamentos de Extinción de Incendios lo constituía el peso del equipo. Se había demostrado que las bombas de vapor eran más convenientes que las movidas a mano. Varias asociaciones y firmas de ingenieros se dieron a la tarea de fabricar equipo de combatir incendios, usando como guía la máquina de vapor inventada por el Sr. Latta.

En la historia de los Cuerpos de Bomberos, encontramos que hay tres innovaciones que pueden considerarse como pasos revolucionarios en la técnica de extinguir incendios. Primero la bomba de succionar inventada en 1822, la bomba de vapor perfeccionada en 1852 y tercero, los aparatos movidos por motor que hicieron su aparición de 1903.

El desarrollo de la máquina de vapor fue solo un nuevo paso dado por el hombre hacia su meta de conseguir mayores cantidades de agua y mayor presión con que combatir los incendios en los edificios de mayor altura.

Los modernos camiones de extinguir incendios hicieron su aparición entre 1903 y 1908. Las primeras unidades fueron montadas en chasis comerciales, consistiendo su unidad de bombeo en bombas rotatorias. Este tipo predomino hasta 1930, en cuya fecha las bombas centrifugas empezaron a ganar popularidad. Hoy en día la mayoría de los camiones de extinguir incendios están equipados con bombas centrifugas.

Fue a un humilde y laborioso Bombero de San Francisco (California), Daniel D. Hayes, a quien le correspondió la gloria de haber inventado el primer camión de escaleras mecánicas. Desde ese entonces distintos tipos de escaleras han sido introducidas, así como se ha variado las formas y métodos de operación.

A tal grado ha llegado la simplificación de estos métodos, así como del equipo, que actualmente un solo hombre puede a través de manecillas y botones, hacer que escaleras de 100 pies se muevan a su conveniencia.

La primera torre fue introducida en el Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Nueva York en 1882. Su principal objetivo era lanzar enormes chorros de agua a través de las ventanas de los pisos superiores, en forma horizontal, alcanzando así el interior del edificio. Para 1950, las torres tienen una altura de 65 pies y son operadas hidráulicamente.

El primer extintor de soda y acido fue inventado en 1860. Al comienzo, eran aparatos muy complicado y de difícil manejo. Más tarde se simplificaron y fueron adoptados por los Cuerpos de Bomberos. En 1908 fue inventado el extintor de tetracloruro de carbono, el que demostró gran efectividad en fuegos de motores eléctricos. Durante 1915, en la Estación Naval de Brooklyn (Nueva York), se realizaron las primeras pruebas con el tan conocido extintor de espuma, que con el tiempo llego a ser uno de los más populares y de los más usados.

Los pitones de rocío, que han dado excelentes resultados en fuegos de aceites, es el perfeccionamiento de uno usado en 1915, y no fue sino hasta 1925 en que entro a formar parte del equipo regular. Hoy día, es usado con efectividad en fuegos de tanques de aceite, en interiores de edificios y en fuegos en equipos y materiales eléctricos. Los métodos de combatir incendios han variado al compás de los cambios en el equipo.

Hasta 1910 la ventilación de edificios en llamas no se usaba. Sin embargo, hoy en día, gran atención se da a este método que baja la temperatura dentro del edificio y aligera a los peligrosos gases producidos por el incendio.

La historia de los Cuerpos de Bomberos, así como la de combatir incendios nunca estará completa. Forma parte de la historia del mundo y cada día traerá nuevos capítulos. Así como han pasado siglos desde que se organizo el primer Cuerpo de Bomberos y durante esos años se ha tratado incesantemente de progresar, así pasaran los siglos, siempre con el empeño del progreso. He ahí lo interesante de la historia.

La historia moderna se convertirá con los años en la antigua y mientras más lejana sea esta, más romántica parecerá.
Quizás en el futuro esta época, moderna de rapidez, de grandes presiones, de equipo casi supermodernista, parezca al Bombero del futuro como época de atraso y lentitud, pero siempre con los deseos inmensos de mejorar.



Los bomberos son hoy profesionales con amplio reconocimiento por su labor como servidores públicos. Sin embargo, poco es lo que se sabe de los comienzos de este servicio, y de las vicisitudes que han debido pasar a través de la historia hasta llegar a la situación actual. Sirvan estos apuntes de estricto rigor histórico como constancia de la evolución del servicio de Bomberos en nuestra civilización

El fuego ha constituido en la historia de la humanidad un elemento de la mayor importancia para su evolución. Pero cuando queda fuera de control, se convierte en un enemigo implacable que hay que dominar por todos los medios. El hombre, desde hace más de 2.000 años se ha preocupado por ello organizándose y evolucionando de acuerdo con el devenir histórico.

Las grandes ciudades de la antigüedad contaban ya con personal dedicado al combate de los incendios, siendo el más antiguo vestigio que se conserva, un papiro egipcio que data de dos siglos antes e J.C. Entre los hebreos, en Grecia y en Roma había constituido un servicio de ronda nocturna que patrullaba la población dando la alarma en caso de siniestro: concretamente en Roma se encargaron de esta guardia en tiempos de la República magistrados especiales denominados “triumviri nocturni”, los cuales fueron después sustituidos por los “decemviri nocturni” o “ediles incendiorum extinguidorum”.

Estos ediles llegaron a hacerse impopulares por lo que, en tiempo del Emperador Augusto, fueron reemplazados por los “ediles curules” a cuyas órdenes estaba un Cuerpo de 600 esclavos, y más tarde, en el año 6 antes de J.C. se creó un Cuerpo de 7.000 hombres (cohortes vigilum). Cada cohorte constaba de 1.000 hombres al mando del “preaefectus vigilum” con su equipo y cuarteles especiales y tenían a su cargo 2 de los 14 barrios en que se dividía la ciudad de Roma en aquel entonces. Patrullaban de noche por las calles y al detectarse un incendio enviaban individuos en todas direcciones que gritaban comunicando el siniestro; los guardianes particulares tocaban las campanas que había en casi todas las casas y del Cuerpo de Guardia (excubitorium) salían los vigiles provistos de cubos, hachas, ganchos y escalas y las bombas públicas, voluminosos aparatos que aspiraban y arrojaban el agua y de los que habla Plinio el Joven en una comunicación al Emperador Trajano refiriéndose a ellos como “siphi publici” (sifones públicos).

Servicios similares se implantaron en las principales ciudades del Imperio, en Grecia, África y Las Galias, y en Nimes (Francia) hay inscripciones que lo corroboran. En París debió existir un Cuerpo semejante y de él se habla incluso a finales del siglo VI de nuestra Era, en un Edicto de Clotario II. En época de Carlomagno, éste dictó varios edictos que ordenaban la designación de varios individuos en cada barrio para atender la extinción y salvamento en los incendios, pero no fueron eficientes, parte porque las sociedades de ayuda creadas a estos fines se hicieron sospechosas y hubo finalmente que prohibirlas y parte por el desmoronamiento del Imperio por la invasión de los bárbaros que acabaron con esta demostración de cultura cívica, llegando a desaparecer los aparatos de extinción.

Ya en 1.254 Luis IX de Francia organizó un servicio de vigilancia formado por obreros que en caso de incendio debía ponerse a las órdenes del Preboste de París. En 1371 surgió una Ordenanza prescribiendo la colaboración de cada vecino, cualquiera que fuese su clase o condición por la que, en caso de incendio, debía poner una medida determinada de agua a disposición del servicio de incendios bajo pena de multa de 10 sueldos. En 1524 se ratificaron las disposiciones anteriores y el Parlamento ordenó que los “quarteniers” (encargados del servicio en cada barrio) debían tener en su ventana una linterna encendida por las noches para poderlos llamar e caso de incendio.

Hubo varias modificaciones tanto en la organización del servicio como en el volumen de las multas impuestas a quienes no prestaran el servicio que se les hubiera asignado sin que tuviera mucha eficiencia hasta que, en 1712, Luis XIV nombró Director de Bombas a Demourier du Perier, que había construido 30 bombas del sistemas ideado por el holandés Juan V an der Heyden (1637-1712). En 1722 Demourier organizó militarmente una compañía de 60 Guardabombas (Gardes-pompes). Estaban uniformados y devengaban un salario de 100 libras anuales. A Demourier le sucedió su hijo, a quien se concedió el grado de Coronel y a éste Morat en 1769, el cual creó seis Cuerpos de Guardia, contando de 80 hombres la Compañía y reformando el uniforme poniéndoles casco de cobre, traje azul con cuello negro, botones de cobre y hombreras amarillas. (Muy parecido al unforme de muchos años del Cuerpo de Bomberos de Madrid, entre otros). En 1801 se concedió al Cuerpo de Bomberos el uso de Bandera y se alojó en Cuartel por cuenta de la ciudad, habiendo continuado su crecimiento y profesionalización.

En Alemania el primer Cuerpo de Bomberos organizado militarmente fue creado en 1846 en Durlach por Carlos Metz, al que siguió el de Berlín en 1851. El primer Cuerpo de Bomberos de Inglaterra se fundó en Edimburgo en 1824 por iniciativa de las compañías de seguros y era formado exclusivamente por voluntarios.

Esta es la historia. De estar compuesto por eclavos, pasando por la obligación bajo multa, hasta llegar al sentido social y cívico de los actuales Cuerpos de Bomberos. Todo un camino recorrido en más de 2000 años de vigencia al servicio de la Comunidad.,

Publicado por el entonces Teniente de Bomberos Roberto Casanova en la Página “Bomberos” vocero periodístico del Colegio Nacional de Bomberos, dirigido por el Tte. (B) Julio Borges Rosales en el año 1982.
Material de Bomberos artículos
Historia de los cuerpos de Bomberos
Historia de los cuerpos de bomberos en el mundo.



La historia del Cuerpo de Bomberos se remonta a los orígenes de la humanidad, ya que podemos estar seguros que el descuido nació en el hombre antes de la idea de frotar pedernales para hacer el fuego con que cocinar sus alimentos y calentarse en los fríos días de invierno. El fuego una vez producido y debidamente controlado, era el amigo más fiel del hombre, se volvía un peligroso enemigo que destruía sus hogares, sus utensilios de labranza y sus siembras, cuando el descuido permitía que se extendiese fuera del control humano. Es lógico pensar que el hombre conoció el fuego a través de la naturaleza y sus fenómenos, tales como el rayo, la combustión espontánea o el volcán en erupción. En la misma forma en que la naturaleza le enseño al hombre que era el fuego y los daños que podía ocasionar, le enseño también como extinguirlo. Así el hombre de la prehistoria vio como el agua que caía en forma de lluvia apagaba el fuego. Así a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo, el agua siempre ha sido el principal medio de extinguir incendios; siendo en extremo interesante ver como el agua ha mantenido la supremacía en cuanto a agentes para extinción del fuego, a pesar de los innumerables esfuerzos hechos por el hombre para buscarle sustituto.

El desarrollo y el perfeccionamiento de los pitones de rocío han demostrado la importancia y efectividad en fuegos en aceites, en aparatos y motores eléctricos y en otras ocasiones en que se considero peligroso el uso del agua. Así gano el agua otra lucha por su liderato. Prácticamente el progreso habido en la ciencia de apagar fuegos, desde los más remotos días de la historia antigua hasta nuestros días, se ha basado en el desarrollo de inventos de maneras para obtener mayores cantidades de agua y lanzar la misma, en la forma más efectiva para extinguir el fuego. A medida que la civilización se desenvolvía, los edificios ganaron altura. Los pueblos crecían en todas direcciones y los primitivos cubos de cuero resultaban inefectivos. Y es ahí donde comienza la interesante historia de la transición desde el humilde cubo hasta la moderna bomba de alta presión. La historia de los Cuerpos de Bomberos debidamente organizados, se remonta a los tiempos en que las antiguas ciudades de Grecia y Roma estaban en el apogeo de su esplendor, varios siglos antes de la era cristiana. Lentamente, estas instituciones fueron desarrollándose, mejorándose en cuanto a organización técnica y a equipo se refiere, alcanzando un alto grado de eficiencia, durante el primer siglo después de Cristo en la ciudad de Roma.

Para esta época, la Metrópoli Romana tenía un Cuerpo de Bomberos que contaba con cerca de 7000 miembros que luchaban contra las llamas, usando métodos empíricos y relativamente muy eficientes. Muy poco se sabe de los Cuerpos de Bomberos durante el periodo de tiempo comprendido por los siglos III al X de la edad media. Como casi todas las ciencias y artes, la ciencia de combatir incendios cayó en la oscuridad del olvido, poco después del colapso del imperio romano, para resurgir de nuevo entre el esplendor del renacimiento, a mediados del siglo XIV. Las modernas máquinas que hoy vemos avanzar con rapidez asombrosa por las avenidas de las grandes ciudades y que son usadas por las más progresistas y eficientes organizaciones, son en realidad las ediciones ampliadas y mejoradas de las maquinas llamadas “Siphona”, inventadas cuatro siglos antes de Cristo por Ctesibius, ingenioso griego nacido en Alejandría y por otro no menos ingenioso griego, Herón, quien nació en el año 200 A.C., inventó un aparato para la extinción de incendios cuyas características esenciales han sido usadas hasta 2000 años mas tarde. Con anterioridad a Ctesibius y a Herón, no se conoce ningún aparato de combatir incendios que no sea el cubo de cuero. En el año 440 A.C., y aunque por corto tiempo, se uso un aparato hecho de los intestinos y estomago de los bueyes. 

Los intestinos eran usados en forma de mangueras, mientras el estomago, o un saco de lona, servía de tanque o recipiente. Al operarse tan rústico sistema, se llenaba de agua el saco y se llevaba al lugar del siniestro; los intestinos se estiraban hasta alcanzar el edificio en llamas, y varios hombres hacían presión sobre el saco, obligando al agua a pasar a través de las mangueras hasta el fuego. Este método no parece haber dado buenos resultados, ya que en toda la historia no se vuelve a mencionar. Más tarde apareció la “jeringa”, que consistía básicamente de un cilindro y un pistón para imprimir presión. Se llenaba el cilindro de agua y haciendo presión con el pistón, se obligaba al agua a salir por el pitón con relativa fuerza. Este tipo de extinguidor se uso en Roma, para el año 300 A.c. y estaba en uso en Inglaterra para fines del siglo XII. Las bombas inventadas por Herón en Roma y por Ctesibius en Grecia, tenían bastante en común y son estas las que dieron la base para el desarrollo de nuestra moderna y eficiente bomba. La bomba inventada por Herón, consistía en dos pistones de bronce conectados a una sola salida.

Los cilindros estaban ajustados a una base de madera, la que se sumergía en el agua. El artefacto inventado por Ctesibius, consistía de una bomba de doble acción operada manualmente, la que desde el propio aparato lanzaba un chorro hasta el incendio. Estas bombas se generalizaron en Grecia y en varias ciudades del Imperio Romano en los comienzos de la era cristiana. Al principio estos aparatos de extinguir incendios, eran manipulados por voluntarios, que generosamente cooperaban en los momentos trágicos de un incendio. Cuando se le propuso a Trajano, Gobernador de una de las provincias Romanas, que un Cuerpo de Bomberos Voluntarios fuera organizado, este se opuso tenazmente. Insistía que un grupo de hombres trabajando de forma voluntaria o espontánea, traería grandes contratiempos, ya que, sin importar como se les llamase, o como estuvieran organizados, no faltarían divisiones entre ellos mismos. 
En vez de un grupo de Bomberos Voluntarios, Trajano sugirió que el Gobierno proveyese maquinas de extinguir incendios y que los dueños de las casas ardiendo y todo aquel cuya casa estuviese en peligro, fuesen obligados a operar dichas maquinas. Son innumerables los fuegos ocurridos en Roma, en los tiempos de Plinio. Creso, llamado El Rico, obtuvo su inmensa fortuna, del fuego y de la guerra. Creso, se ideo el negocio de comprar edificios cuando estaban ardiendo y aquellos adyacentes, que estuviesen en peligro. Por lo regular, los compraba a precios muy bajos, aprovechándose de la ocasión en que los dueños los vendían a cualquier precio ante el temor de perderlo todo. Aparentemente, Creso tenía su organización privada de Bomberos que se ocupaban de apagar el fuego y evitar que se extendiera. Más tarde, los edificios eran reparados y vendidos, siendo de tal magnitud el producto de estos negocios, que Creso era conocido en todo el mundo como el hombre más rico de todas las épocas.

El primer Cuerpo de Bomberos, cuya organización le acredita para llamarse como tal, fue en Roma durante el primer siglo antes de Cristo. Fue organizado en el año 22 A.c., por el emperador Augusto Cesar y se componía de 600 esclavos a los que llamaban Vigiles. Este sistema de Esclavos Bomberos, funciono hasta seis años d.C., cuando Augusto Cesar reorganizo el Cuerpo de Bomberos, creando un departamento u organización mejor entrenado y equipado, más a tono con las necesidades y el prestigio de una gran ciudad, que era la capital del mundo ara aquella época. Esta organización rindió espléndidos servicios hasta la caída del Imperio Romano (476 d.C.) La nueva organización creada por el emperador Augusto, estaba compuesta por 10.000 Bomberos (esclavos liberados o ciudadanos), con equipo adecuado y suficiente. Aunque se seguían llamando Vigiles, eran miembros de una organización semi-militar, con divisiones y subdivisiones similares a aquellas del ejército romano, estando cada división a cargo de una demarcación o zona especifica.

Este Cuerpo de Bomberos estaba dividido en diez cohortes urbanas, aunque cada una de estas también controlaba y era responsable de la seguridad de los distritos semiurbanos, en los que la ciudad estaba dividida. Primeramente, los cuarteles fueron establecidos en residencias privadas, siendo posteriormente dotados de estructuras propias; que por su lujo, comodidad y tamaño podían llamarse palaciego. Cada  cohorte tenia dos shipona, escaleras, escobas de metal, picotas, mallas, palas y otros equipos. El salvamento y protección de la propiedad se llevaba a cabo cubriendo la misma con mantas llamadas formiones, las que, siendo impermeables evitaban que el agua las dañara. Se disponía también de hachas conocidas en aquella época con el nombre de dolobrae. Las mallas de seguridad, muy parecidas a las usadas actualmente, también se encontraban entre el equipo romano y eran conocidas como cantones. Las escaleras se conocían por escalae, otro equipo ya en uso para esta época era el arpón (perticae) y los cubos hechos con sogas fuertemente tejidas y entrelazadas (amae). 

El personal del Cuerpo de Bomberos organizado por el emperador Augusto Cesar, tenia distintos rangos jerárquicos, incluyendo un Prefecto, un Sub-Prefecto, diez Tribunos, cien Centuriones, cien Vixillarii, y un número indeterminado de bomberos con distintas calificaciones, denominadas: Acquarii, Siphonarii, Uncunarii y Falcarii. Sus clasificaciones indicaban el trabajo que realizaban en la escena del incendio. El Prefecto tenía el Comando de todo el Cuerpo, quien por lo general era seleccionado por el emperador de entre la aristocracia romana. Los demás rangos correspondían a los Jefes de Zona, Capitanes, Tenientes, Sargentos y Cabos de los modernos Cuerpos de Bomberos. Los siphonarii estaban a cargo del manejo de las maquinas y los pitones, mientras que los Acquarii eran encargados de suplir agua a las siphona. Así mismo, los distintos rangos en el Cuerpo de Bomberos de tan lejana época, corresponden a los rangos del ejército romano.

Los bomberos romanos recibían un salario y una pensión al retirarse después de haber servido por 26 años. El prefecto tenía poderes de juez, para juzgar asuntos relacionados con los fuegos. Si alguien obstruía el libre tránsito de los equipos, el Prefecto podía ordenar su arresto y celebrarle juicio inmediatamente. Un número de azotes era corriente en estos casos, dependiendo del número de estos, de la intensidad y magnitud del incendio. Los Bomberos, eran una combinación de Bomberos y Policías, y llevaban macanas y otros objetos con los que castigaban a los que entorpecían sus labores. Entre los antiguos Jefes o Prefectos de mayor renombre durante este glorioso periodo, figura el Prefecto Aeneas Cyrenus. El historiador Plinio, hace resaltar la falta de equipo en las ciudades de menos importancia durante el primer siglo de la era cristiana. Es difícil determinar cuántas ciudades siguieron el ejemplo dado por Roma, así como también es difícil señalar cuantas ciudades desaparecieron víctimas de las llamas, especialmente durante las invasiones nórdicas. No hay indicadores históricos que durante los siglos XII y XIII de la edad media señalen que los pueblos se preocuparon por su seguridad, en lo que a combatir y a evitar incendios se refiere. Pero, ya en el año 1460 la ciudad de Francfort (Alemania), tenia leyes para proveer protección contra incendios y en 1518 estaba en la ciudad de Angsburgo distintos instrumentos y aparatos de combatir incendios.

Gaspar Schott, padre jesuita, escribió descripciones de las maquinas y aparatos de combatir incendios en la ciudad de Konishofen en el año 1617, y con lujo de detalles describe la monumental bomba construida por John Jautsch en Nuremberger en 1657. De los países europeos, fue Alemania el que más adelanto en los métodos de extinguir incendios. Construyo su primera bomba de mano en la ciudad de Nuremberger en 1616. Consistía dicho aparato de un recipiente bastante grande montado en correderas, con un pistón en el centro. Tres hombres eran necesarios para su operación, en adición a aquellos encargados de suplir agua al recipiente. Las palancas del pistón estaban fijas a una pieza horizontal, las que se manipulaban subiendo y bajando, lo que ponía en funcionamiento el pistón y el agua era lanzada a presión por el pitón, cuya forma semejaba el cuello de un ganso. Al finalizar el siglo XVI, encontramos que los grandes recipientes de agua, con sus pistones, sus balancines y pitones han sido montados en ruedas de madera y eran más fuertes.Un nuevo pitón había sido inventado, el que funcionaba sobre unión universal y podía moverse en distintas direcciones. 

Durante el año 1699, Paris contaba con 17 aparatos de combatir incendios, llamados bombas, pero ya en 1712 la capital francesa contaba con 30, distribuidas en distintas demarcaciones de la ciudad. Es muy probable que dichas bombas hayan sido similares a las que nueve años más tarde (1721) importara en Londres la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos de America. Ya para esa época un inventor apenas conocido había ingeniado uno de las variaciones de mayor beneficio, al adicionar a la bomba una cámara de aire, dentro de la cual el aire comprimido expelía el agua en forma de chorro continuo. En 1748, Ricard Newsham, ingeniero ingles, desarrollo y perfecciono la primera de las modernas bombas de mano. Fue este el primer aparato con los balancines convenientemente montados, de manera que su presión, al juntarse la fuerza y el peso de varios hombres pudieran operarla, aumentando la fuerza y su presión. La altura del chorro lanzado por la maquina Newsham era alrededor de 60 pies. Nótese aquí la constante preocupación del hombre por alcanzar mayores alturas, siendo para los años 1820 a 1832 cuando se escribieron en las calles londinenses las páginas negras de la historia de los Cuerpos de Bomberos.

En Londres se intensifico la organización científica en los Cuerpos de Bomberos, después del gran fuego ocurrido en 1666. El desarrollo de estas organizaciones estaba estrechamente ligado al negocio de seguros. Durante los últimos años del siglo XVII varias compañías de seguros fueron organizadas en Londres y todas ofrecían como incentivo para sus negociaciones, la protección de las propiedades aseguradas con ellas por Bomberos pertenecientes a dichas empresas. Cada compañía tenía sus propias Brigadas de Bomberos para proteger las edificaciones por ellas aseguradas, por la sencilla y comprensible razón de que mientras menos propiedad asegurada se quemase, menos dinero tendría que pagar, y mayores serian los beneficios de la compañía. Cada compañía de seguro colocaba al frente de las propiedades por ella aseguradas, distintivos alusivos a la empresa responsable del seguro, con el fin de que sus Bomberos pudieran conocer cuales propiedades debían proteger. Era corriente el caso en que en una zona hubiese varios edificios aseguradas con distintas compañías. A la voz de alarma, al ocurrir un incendio en dicha zona, concurrían las brigadas de todas las compañías y cada una trataba de proteger y salvar las propiedades que lucían los distintivos de sus compañías. Verdaderas luchas se entablaban en las calles por apoderarse de las bocas de incendio, y no fueron pocas las veces que, mientras las llamas consumían las propiedades, los Bomberos luchaban en las calles por apoderarse de las fuentes de abastecimiento de agua.

En estas luchas, se usaban los mismos aparatos y equipos para el combate de incendios y tratando por todos los medios de destruir el equipo de la brigada rival. En esta forma los Cuerpos de Bomberos resultaban poco menos que inútiles, ya que los mismos inflaban las nominas de las compañías a la vez que rendían muy poca labor efectiva. Pero los directores de las compañías de seguros se dieron cuenta del problema que representaba tener distintas Brigadas de Bomberos, y concretaron su unificación. De los cambios ocurridos en esa época, el Mayor C.C.B. Morrys, ingeniero mecánico, Jefe del Cuerpo de Bomberos de Londres, en su libro FIRE, escribe: En los comienzos del siglo XIX, eran sumamente inadecuadas las provisiones para la protección de la ciudad, ya que las Brigadas de Bomberos, sostenidas por las compañías de seguros, extinguían solamente aquellos fuegos que ocurrían en los edificios asegurados por sus patronos y la rivalidad entre las compañías de seguros y las Brigadas causaban gran confusión. En 1832, diez de las compañías de seguros más importantes juntaron sus recursos y formaron lo que se conoció como el Establecimiento de las Bombas del Fuego de Londres (London Fire Engine Establishment). Jaime Braidwood, quien desde 1824 había estado a cargo de la Brigada de Bomberos de Edimburgo (la primera que se estableció en Inglaterra), fue nombrado Superintendente.Un año más tarde 1833, se aprobó una Ley de proveía protección contra incendios, a las propiedades fuera del área central de Londres.

El 22 de junio de 1861 ocurrió un pavoroso incendio en la calle Tooley, que causo la perdida de varias vidas incluyendo la de Jaime Braidwood, quien pereció debido al derrumbamiento de un edificio mientras dirigía las operaciones de extinción del incendio. Las pérdidas estimadas en este siniestro están alrededor de 2.000.000 de libras esterlinas. Esta fue una de las causas que más influyeron para que el gobierno decidiese encomendar la responsabilidad de proteger la ciudad de Londres a la Junta Metropolitana de Obras Públicas, decisión que se incorporo a la Ley Metropolitana de Brigadas de Bomberos de 1865. En consecuencia, la Junta se hizo cargo, el día 1ro. de Enero de 1866, de los miembros y aparatos del establecimiento de Bombas de Fuego, incluyendo 130 Oficiales y Bomberos, distribuidos entre sus 7 Parques. En 1867 la Junta se hizo cargo de las 85 bombas y de la mayoría de los empleados de la Sociedad Real para la Protección de Vidas contra Incendios. El Capitán, mas tarde Sir Eyre Massey Shaw, Superintendente del Establecimiento de Bombas de Fuego de Londres, fue el primero en ser nombrado Oficial de la Junta Metropolitana de Bomberos, y a los antiguos cuarteles del establecimiento en la calle Watling continuaron usándose hasta que se edifico en 1878 un Parque nuevo en la avenida Soithwark Bridge.
En los años siguientes continúo aumentando progresivamente tanto la fuerza de la Brigada de Bomberos como el número de Estaciones o Cuarteles, a fin de proveer protección adecuada para toda el área de Londres. Entre los años 1865 y 1899 el número de Parques aumento de 17 a 55 y ya en 1907 hasta 80 de ellos. Durante los primeros años de la Jefatura del Capitán Shaw no existían los sistemas de alarma en las calles. Cada Parque estaba provisto de una alta torre de observación desde la que los Bomberos vigilaban constantemente la ciudad. El Vigía o Bombero Vigilante era cambiado periódicamente, estableciéndose así el sistema de vigilantes. Cada torre de observación estaba equipada con binoculares y compases para la mayor eficiencia y exactitud en el momento de dar la alarma, cuando un incendio era avisado por el Vigilante. La orden de salida a las distintas brigadas con su equipo era dada de acuerdo con el sitio en que se desarrollaba el incendio, ya que cada brigada daba servicio en determinadas zonas o distritos. En 1904 el titulo de Brigada Metropolitana de Bomberos fue cambiado al de Brigada de Bomberos de Londres. Mientras los europeos luchaban por mejorar los sistemas de extinguir incendios, los Estados Unidos de América, un pueblo nuevo para aquella época, también sentía, lamentaba y sufría los estragos causados por los incendios.

Apuntes dignos, demuestras que en el año 1648 la ciudad de Nueva York, conocida entonces como Nueva Ámsterdam, ordeno a Holanda un cargamento de escaleras, garfios y cubos de cuero. En 1731, dos maquinas construidas por Newshaw, fueron importadas de Londres y llegaron a Nueva York el 1ro. De Diciembre de 1731. Es muy probable que estas hayan sido las primeras maquinas de extinguir incendios usadas en el nuevo mundo. La primera máquina conocida para el combate y la extinción de incendios construida en estados Unidos de America, fue diseñada y construida por Anthony Nochols en la ciudad de Philadelphia en 1732.Un año más tarde, los hermanos Tomas y José Hill construían la segunda en Boston (Massachusetts). A pesar que durante los años comprendidos entre 1732 y 1768 muchos y variados estilos de maquinas y bombas fueron construidas en los EUA, ninguna era tan eficiente como las Newshaw y muchas ciudades americanas las adquirieron. Las mejoras más importantes introducidas al equipo de combate del fuego desde la época del desarrollo de la máquina de Newshaw ocurrió en 1832, cuando toda la ciencia fue revolucionada con un equipo capaz de succionar agua de un recipiente.

Mientras tanto, en Europa ocurría otra revolución en la ciencia del combate de incendios. En la ciudad de Ámsterdam (Holanda), y en 1672, desarrollaron un nuevo equipo y una nueva técnica, técnica y equipo que han sido desde la fecha de su desarrollo, la piedra angular de todo Cuerpo de Bomberos en el mundo entero. La primera manguera de extinguir incendios surgió en 1672 en Ámsterdam, muy parecida a las mangueras en uso actualmente, construida de cuero y en tramos de 50 pies de largo, con uniones de bronce en ambos extremos. Este invento puso fin a la época de los cubos de cuero. Ya no había necesidad de exponer las vidas de los Bomberos, así como el equipo, ya que con el nuevo sistema de mangueras, las maquinas podía colocarse a mayor distancia del edificio incendiado y evitar que los Bomberos y equipos fueran víctimas de las llamas.
Fue este el comienzo del sistema de atacar el incendio en su base. Hasta esta fecha, los Bomberos tenían que conformarse con lanzar chorros de agua desde las maquinas y a través de ventanas y puertas. Es sorprendente notar la lentitud con que se generalizo el uso de la manguera en América. No fue hasta 1811 (139 años más tarde), que la primera manguera de cuero fue fabricada en los EUA en la ciudad de Philadelphia por A.L. Pennock y james Sellers. La primera máquina de apagar fuego construida por los señores Pennock y Sellers fue entregada a la ciudad de Providence, en el Estado de Rhode Island en 1822 y constituyo uno de los acontecimientos más comentados de la época. Los periódicos de aquellos días llamaron a esta pieza de equipo una de las grandes invenciones de la época. Desde ese día, todas las maquinas fueron construidas con bombas capaces de succionar y con estas surgió la era romántica en la historia de los Bomberos, la que termino 30 años más tarde con la invención de la bomba movida por vapor y la organización de Bomberos Profesionales con salarios fijos. Fueron durante estos 30 años que se escribieron en la historia de América, las páginas más pintorescas en relación con las organizaciones de Bomberos. Como cada máquina o bomba llevaba solamente 300 pies de mangueras, varias brigadas tenían que interconectar su equipo para poder llegar desde la fuente de abastecimiento hasta el incendio. Muy lejos de aquellos Bomberos estaba el espíritu de cooperación. Cada brigada trataba de bombear mayor cantidad de agua que lo que la próxima bomba podía absorber, ocasionándose daño y exponiendo sus Bomberos al ridículo. El individualismo, tan peligroso en los Cuerpos de Bomberos, imperaba en todos los Bomberos de estos años.

Cada Jefe trataba de exponer al ridículo a los otros Jefes, cada Bombero trataba de ridiculizar a los otros Bomberos. No hubo incendio, por pequeño que este fuese, que no comenzase y terminase con luchas y peleas entre Bomberos. Esta rivalidad dio motivo a centenares de alarmas falsas, dadas, con el único fin de dar oportunidad para la lucha. En Londres (1829), el famoso ingeniero George Brathwaite invento la máquina de vapor. En su invento fue grandemente ayudado por el Capitán John Ericson, quien más tarde se cubría de gloria y fama al construir el barco de Monitos que tan prominente sitial ocupara en la guerra civil de los EUA. La primera bomba de vapor pesaba 12 toneladas y media, y tenía un motor capaz de desarrollar 10 Hp. y lanzar 250 galones de agua por minuto. Debido a lo enorme de su peso era muy poco manejable y pronto cayó en desuso. En 1832, Brathwaite construyo otra de estas maquinas para la ciudad de Berlín, pero tampoco tuvo éxito. En 1841, el Sr. Paúl R. Hodges, de Nueva York, invento una nueva bomba que era movida por la presión del vapor producido por una caldera. Fueron también las ocho toneladas de peso, el principal motivo de su fracaso. Aunque en una exhibición dada frente a la Alcaldía de Nueva York, el 27 de marzo de 1841, esta máquina lanzo tres potentes chorros de agua, resultaba muy difícil de manipular en los incendios, terminando su vida útil como pieza en un museo.

En enero de 1840, el Instituto de Mecánicos de Nueva York ofreció una medalla de oro como premio para el que produjera los mejores planos para la bomba de vapor. El premio lo gano John Ericson. Entre las mejores bombas y maquinas de extinguir incendios construidas durante el siglo XIX, ocupan lugar destacado las fabricadas en los años 1852 al 1856 en la ciudad de Cincinnati por la firma A.B. & E. Latta. El costo de una de estas maquinas ascendía a $ 7.925,00. En la historia Americana, el Sr. Latta es reconocido como uno de los genios de su época, así como uno de los inventores más destacados. El equipo de su fabricación fue usado por las más importantes ciudades, siendo Boston una de las primeras en adquirirlos el 24 de febrero de 1855. Para mediados del siglo XIX, el problema mayor en los Departamentos de Extinción de Incendios lo constituía el peso del equipo. Se había demostrado que las bombas de vapor eran más convenientes que las movidas a mano. Varias asociaciones y firmas de ingenieros se dieron a la tarea de fabricar equipo de combatir incendios, usando como guía la máquina de vapor inventada por el Sr. Latta.

En la historia de los Cuerpos de Bomberos, encontramos que hay tres innovaciones que pueden considerarse como pasos revolucionarios en la técnica de extinguir incendios. Primero la bomba de succionar inventada en 1822, la bomba de vapor perfeccionada en 1852 y tercero, los aparatos movidos por motor que hicieron su aparición de 1903. El desarrollo de la máquina de vapor fue solo un nuevo paso dado por el hombre hacia su meta de conseguir mayores cantidades de agua y mayor presión con que combatir los incendios en los edificios de mayor altura. Los modernos camiones de extinguir incendios hicieron su aparición entre 1903 y 1908. Las primeras unidades fueron montadas en chasis comerciales, consistiendo su unidad de bombeo en bombas rotatorias. Este tipo predomino hasta 1930, en cuya fecha las bombas centrifugas empezaron a ganar popularidad. Hoy en día la mayoría de los camiones de extinguir incendios están equipados con bombas centrifugas.
Fue a un humilde y laborioso Bombero de San Francisco (California), Daniel D. Hayes, a quien le correspondió la gloria de haber inventado el primer camión de escaleras mecánicas. Desde ese entonces distintos tipos de escaleras han sido introducidas, así como se ha variado las formas y métodos de operación. A tal grado ha llegado la simplificación de estos métodos, así como del equipo, que actualmente un solo hombre puede a través de manecillas y botones, hacer que escaleras de 100 pies se muevan a su conveniencia. La primera torre fue introducida en el Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Nueva York en 1882. Su principal objetivo era lanzar enormes chorros de agua a través de las ventanas de los pisos superiores, en forma horizontal, alcanzando así el interior del edificio. Para 1950, las torres tienen una altura de 65 pies y son operadas hidráulicamente. El primer extintor de soda y acido fue inventado en 1860. Al comienzo, eran aparatos muy complicado y de difícil manejo. Más tarde se simplificaron y fueron adoptados por los Cuerpos de Bomberos. En 1908 fue inventado el extintor de tetra cloruro de carbono, el que demostró gran efectividad en fuegos de motores eléctricos. Durante 1915, en la Estación Naval de Brooklyn (Nueva York), se realizaron las primeras pruebas con el tan conocido extintor de espuma, que con el tiempo llego a ser uno de los más populares y de los más usados. Los pitones de rocío, que han dado excelentes resultados en fuegos de aceites, es el perfeccionamiento de uno usado en 1915, y no fue sino hasta 1925 en que entro a formar parte del equipo regular. Hoy día, es usado con efectividad en fuegos de tanques de aceite, en interiores de edificios y en fuegos en equipos y materiales eléctricos. Los métodos de combatir incendios han variado al compás de los cambios en el equipo.

Hasta 1910 la ventilación de edificios en llamas no se usaba. Sin embargo, hoy en día, gran atención se da a este método que baja la temperatura dentro del edificio y aligera a los peligrosos gases producidos por el incendio. La historia de los Cuerpos de Bomberos, así como la de combatir incendios nunca estará completa. Forma parte de la historia del mundo y cada día traerá nuevos capítulos. Así como han pasado siglos desde que se organizo el primer Cuerpo de Bomberos y durante esos años se ha tratado incesantemente de progresar, así pasaran los siglos, siempre con el empeño del progreso. He ahí lo interesante de la historia. La historia moderna se convertirá con los años en la antigua y mientras más lejana sea esta, más romántica parecerá. Quizás en el futuro esta época, moderna de rapidez, de grandes presiones, de equipo casi supermodernista, parezca al Bombero del futuro como época de atraso y lentitud, pero siempre con los deseos inmensos de mejorar.

Bomberos del Mundo

Historia de los Bomberos

Mensaje por Admin el Jue 16 Sep 2010 - 15:47
Historia de los Bomberos

El fuego forma parte de nuestras vidas, contribuyendo a nuestro bienestar o amenazando nuestros bienes y hasta la propia vida. El hombre ha estado siempre fascinado por este elemento, que ha sido su compañero en el progreso y su enemigo en la destrucción. Por eso ha tratado de dominarlo, integrándolo en la civilización, y de armarse para protegerse de sus efectos devastadores. Hoy la situación ha cambiado mucho, el ciudadano medio está bastante concienciado y más protegido por los materiales utilizados en la construcción de su casa. Aunque la mayoría de los incendios se sigue debiendo a imprudencias cometidas.

El oficio de bombero es noble, su loable labor se ha multiplicado ante la diversidad de actividades del hombre y el crecimiento urbano de la ciudad. El traga humo llega a convertirse en un ente que procura por los demás, salva vidas humanas y de animales, rescata inmuebles y muebles cuando se ven amenazados por un desastre natural o por accidentes provocados por el hombre; vela por los servicios vitales de la metrópoli, expone su vida por el bienestar de la comunidad y en ocasiones sufre accidentes: quemaduras, mutilaciones e incluso la muerte.

Si nos preguntamos ¿Cuándo se inventó la primera Autobomba? Se desconoce la fecha exacta, pero en muchos sitios donde había grandes centros de población, el problema del fuego era tan agudo que algunos métodos de prevención y extinción de incendios tuvieron que ser inventados. Aproximadamente en el siglo IV antes de Cristo a un griego de Alejandría llamado Ctesivuis se le da el crédito por inventar una bomba de doble acción conocida como la siphona. Este simple equipo se mantuvo como el método mecánico básico que operaron todas las bombas de mano hasta los tiempos modernos. Recordemos que en esa época los autos, al igual que las autobombas, eran coches traccionados por caballos que transportaban estas bombas.

Existen evidencias históricas de acciones de grupos de personas organizados contra incendios, pero las pruebas más antiguas de lo que podemos comparar con un cuerpo de bomberos actual surge de los romanos con una antigüedad de 1.650 años; arqueólogos alemanes, bajo la dirección de Bernd Paeffgen, descubrieron en 2004, en el Valle del Rin, lo que fue descrito como una bomba de agua. El equipo contaba además con un tubo delgado de 1,10 m. que iba unido a la bomba. Inicialmente confundida con una lanza, las posteriores pruebas revelaron que se trataba de un conducto o manguera. El Bombero, durante un incendio forestal en la antigua Roma y de Julio César, Marco Licinio Craso y Alfredo era una de las personas más ricas de la ciudad, su riqueza provenía de los bienes raíces y el "alquiler inmobiliario", pero la curiosa historia le atribuye aun más mérito al haber sido el organizador del primer servicio contra incendios de Roma, para asegurar que sus bomberos tuvieran siempre trabajo, también organizó las primeras brigadas de "incendiarios" de las que se tiene referencias en la Historia. Pero estos curiosos bomberos eran controlados por Craso, que ambicioso y cruel, no daba orden de apagar el incendio si el dueño del territorio o construcción no lo vendiera a precio de renta en ese instante. Así, la gente prefería ganar el dinero de la venta injustamente, que obtener una casa o parcela destrozados. Esto fue una de las muchas obras avaras hechas por Licinio Craso.

Las primeras maquinas contra incendios, funcionaron en la antigua Ciudad de Alejandría en el siglo Primero antes de Cristo. Consistía en bromosas y pesadas Jeringas llenas de agua que bajo presión arrojaban chorros contra el fuego.
En la Era cristiana los romanos contaban ya con un cuerpo de Bomberos formado por 600 esclavos.
Es en 1712 cuando se integra en Francia el 1er Cuerpo de Bomberos debidamente Organizado.
En los Estados Unidos fue Benjamín Franklin quien organizo el primer Cuerpo de Bomberos en el Año de 1736 en Filadelfia.
La moderna maquina contra incendios prospero en el Siglo XIX, fue construida en 1829 por George Braithwaits, de Londres y arrojaba un Chorro de agua a una distancia de 27 Metros.

Los Bomberos en México.
El nombre "bombero", también llamado "tragahumo", procede de su ocupación tradicional: apagar el fuego, para lo que usaban bombas para sacar agua de pozos, ríos, depósitos o almacenes cercanos al lugar del incendio.

En su origen, el bombero fue aquel sencillo aguador encargado de surtir de agua a la población, misma que tomaba de las cajas, pilas y fuentes distribuidas en la ciudad, de donde se desparramaba el agua conducida a través de los acueductos de Santa Fe y Chapultepec. De esos mismos sitios tomaba el agua para combatir los siniestros.

Un reglamento del año 1850 señala la obligación de los cabos en caso de incendio: "reunir inmediatamente a los aguadores y conducidos al lugar incendiado con el objeto de que presten los auxilios posibles que demanda la humanidad y el bienestar de sus conciudadanos".

El primer cuerpo de bomberos de México se formó en la ciudad de Veracruz, el 22 de agosto de 1873; por eso en este día los recordamos y festejamos.

En la historia de los bomberos, muchos han perdido la vida o sufrido terribles quemaduras en su afán de salvar a los demás.

Los documentos de la historia de México mencionan en 1527 la existencia de grupos dedicados a combatir siniestros, conformado por soldados españoles.

Se presume que en 1880 el presidente Porfirio Díaz creó provisionalmente el primer Cuerpo de Bomberos de la ciudad y, en 1922 se expidió el Reglamento del Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal.

En 1951, después de su intervención en el incendio de la Ferretería "La Sirena", le otorgaron por decreto presidencial el carácter de "Heroico Cuerpo de Bomberos".

Siempre atentos al sonido de la sirena que los pone en alerta, tienen que bajar por el tubo que los lleva de su dormitorio a los camiones, colocarse el equipo y abordar sus unidades de color rojo en el menor tiempo posible.

Saben que el tiempo es muy valioso, y que un segundo de atraso puede representar un riesgo o la vida de alguna persona, por eso deben estar bien preparados y actuar rápidamente.

Pero no todos pueden ser bomberos, para serlo se necesita primero, tener mucho valor y ganas de ayudar a los demás, aunque también debe estudiar muchas cosas y tomar cursos para estar capacitados y así poder realizar su difícil misión. Deben conocer lo que es el fuego y las distintas fuentes o causas que lo producen, ya que dependiendo de esto es la técnica que deben aplicar para sofocarlo.

Además deben saber manejar sustancias peligrosas y el equipo adecuado para protegerse, así como las técnicas de rescate, primeros auxilios y de control del miedo y de las reacciones de las personas víctimas de algún incendio o explosión.

EL HERÓICO CUERPO DE BOMBEROS DEL DISTRITO FEDERAL

En las postrimerías del Siglo IX bajo el esquema de progreso y modernidad nuestra ciudad empezó a contar con los servicios del cuerpo de bomberos. Anteriormente en caso de incendio o siniestro eran los propios vecinos los encargados de hacer frente a estos eventos, aunque es de suponer que nuestros antecesores mesoamericanos tuvieron que enfrentar al fuego no existen referencias históricas concretas que nos permitan hablar de un cuerpo de bomberos organizado, en esa época. Las Fuentes documentadas parten de la llegada de los españoles. Se tiene conocimiento que poco después de la conquista en los años 1526 y 1527 existía en la Nueva España un grupo destinado a combatir los incendios, integrado por los mismos indígenas, quienes acudía al lugar del siniestro bajo la guía de un solado español.

En la época colonial, las autoridades del virreinato consientes de la necesidad de combatir los incendios intencionales que se presentaban, crearon en 1571 sistemas de prevención que se dieron a conocer a la población a través de las células reales y ordenanzas. Las características geográficas del antiguo imperio azteca hoy Ciudad de México desde entonces, provocaron uno de sus grandes problemas: las inundaciones en época de lluvias. Para enfrentar estos acontecimientos el Corregidor, ordeno la construcción de diques alrededor de la ciudad asignándole esta tarea “al grupo encargado de combatir los incendios en la ciudad capital”, siendo este el antecedente colonial más cercano a nuestro heroico cuerpo.

El 31 de Mayo de 1774, siendo entonces Virrey Don Antonio Maria de Bucareli Urzua se expide el primer reglamento contra incendios con 38 Capítulos, incluyendo medidas preventivas utilizadas contra los incendios y de las que destacan 3.

1.- Determinaba que los culteros y obradores de fuegos artificiales vivieran y tuvieran negocios en los barrios alejados o arrabales de la ciudad.

2.- La llamada de fuego, que era dada por los serenos con el toque de los silbatos. Así como el toque de campanas en las iglesias y parroquias cercanas al lugar del suceso.

3.- Los aguadores de la ciudad deberían acudir al primer anuncio de los silbatos y campanas para conducir el agua desde las acequias o pozos al lugar del incendio.

En el año de 1790 el Conde de Revillagigedo decreto un reglamento con las medidas necesarias y apropiadas para prevenir los incendios, así mismo se abastecida al grupo de bomberos con las 2 primeras bombas importadas de España. Autorizando la cantidad de $36; 2000.00 pesos para la compra de herramientas contra incendios. El 17 de Febrero de 1862 se otorgan las primeras instalaciones que se habilitan como cuartel para la compañía de bomberos en la parte superior del edificio de la Diputación.

Una de las circunstancias que permitió que el cuerpo de bomberos fuera integrado con mayor formalidad como una institución de servicio a la comunidad fue la elaboración de un reglamento para los bomberos municipales que describía la organización, funciones, capacitación y perfil del bombero así como la gratuidad del servicio, aprobado el 14 de Abril de 1862, siendo General y presidente de la Nación Don Anastasio Parodi. El 20 de Septiembre de 1862 se anexa al anterior reglamento lo siguiente: “será obligación del Comandante de bomberos considerar la magnitud del incendio, salvar a toda costa en primer lugar a las personas, en segundo lugar a los animales, en tercer lugar a papeles y documentos de importancia, en cuarto lugar las alhajas u objetos preciosos, en quinto lugar los muebles y en sexto lugar el edificio”. “La salvación de las personas se verificaría en el orden siguiente: primero los niños, segundo los ancianos, tercero los enfermos e imposibilitados, cuarto los demás. La salvación de los animales se hacía de la siguiente manera: primero los perros, segundo los caballos y mulas, después todo lo demás.

El 11 de Febrero de1864 el Emperador Maximiliano de Habsburgo decreta un reglamento contra incendios en el que se menciona que la población debería ayudar a tomar medidas de seguridad para prevenir incendios o en determinado caso extinguirlos, sin embargo no es sino hasta el 22 de Febrero de 1873 en el Puerto de Veracruz donde se forma oficialmente el Cuerpo de Bomberos de aquella ciudad por lo que se considera el primer y más antiguo en la escala nacional. Es hasta el 20 de Diciembre de 1887 por orden del Gobernador del Distrito federal General de División Don Carlos pacheco que son comisionados 15 gendarmes y auxiliares bajo el mando del Ingeniero Leonardo del Frago contando con instalaciones en el edificio de la Contaduría mayor de hacienda ubicada en la planta baja del Palacio Nacional. Acontecimiento que se considera la fundación del heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal.

Debido al aumento de la incidencia de servicios y el crecimiento de la ciudad en 1891 la ciudad es dotada con 3 estaciones. En 1901 se moderniza con su primera línea telefónica.

Durante el periodo revolucionario, no solo el Heroico Cuerpo de Bomberos tuvo meritorias distinciones por los servicios para lo que fue creado por participación en varios sucesos entre los que destacan la marcha de la lealtad que hiciera el presidente Francisco I Madero el 9 de Febrero de 1913 del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional.

En 1914 al ser reconocida la labor en beneficio a la sociedad, el gobierno dotó al Cuerpo de los primero vehículos de motor de combustión interna basado en gasolina, sustituyendo a los de tiro.

En 1917 la necesidad de contar con el equipo moderno y un personal mejor preparado obligan al ejecutivo de la nación por medio del gobernador de Distrito Federal General Cesar López de Lara comisionar al Comandante de Bomberos Coronel Blanquel para visitar las estaciones similares que operaban en los Estados Unidos para así adaptar técnicas que pudieran se funcionales en nuestro país, además de la adquisición de equipo moderno.

En Enero de 1920 el Heroico Cuerpo de Bomberos contaba con 130 elementos, los cuales se reclutaban entre personas con aptitudes para el servicio y sobre todo con físico corpulento.
El entonces presidente interino Adolfo de la Huerta, viendo las necesidades de extender la cobertura del servicio ordena la construcción de nuevos puntos de apoyo en diversos lugares de la ciudad posteriormente estas acciones fueron reforzadas por el General Álvaro Obregón, quien en uno de sus informes dice lo siguiente: “ El Cuerpo de Bomberos fue equipado con los aparatos modernos otorgando sus servicios a entera satisfacción, la compañía de bomberos es la mejor organizada de todos los cuerpos de policía, mereciendo siempre una especial atención por parte del gobierno a mi cargo”.

El 2 de Enero de 1922 se expide un reglamento para el Heroico Cuerpo de Bomberos delimitando sus funciones y obligaciones, definiendo el marco inicial de la institución, no escatimando en gastos como la edificación de sus instalaciones y de equipo moderno, completar el que hasta entonces ya se tenía en las calles de Independencia y Revillagigedo, cuyo costo fue de un millón de pesos; en 1924 el número de habitantes en el Distrito Federal era de seiscientos mil y se contaba con 146 elementos, es decir, un bombero por cada cuatro mil ciento diez habitantes.

Durante el gobierno de Don Emilio Portes Gil (1928-1930) se adquirieron 3 bombas de marca American Lafrance, extintores mecánicos, uniformes y mascarillas de asbesto y el horario laboral era de 48 horas de servicio por 24 de descanso.

El 28 de Noviembre de 1948 se recibió la llamada de alarma de la ferretería “La Sirena” ubicada en las calles de Palma y 16 de Septiembre, pleno centro de la Ciudad, la cual era consumida por el Fuego. Acudiendo inmediatamente el Segundo Comandante José Saavedra del Razo junto con 60 elementos. Las maniobras para controlar el siniestro, muchas de ellas de gran riesgo no fueron suficientes, desplomándose las paredes frontales del edificio y sepultando a doce elementos incluido el Comandante y son a quienes se les atribuye por su lucha desesperada por salvar vidas humanas aun a costa de las suyas se les reconociera merecidamente como el “Heroico Cuerpo de Bomberos”, como se le identifica hoy en día. Cabe hacer mención que a partir de 1951 y hasta el año de 1987 la bandera de bomberos participo con su escolta en los desfiles militares del 16 de Septiembre.

El día del bombero inicialmente el 1º de Julio haciendo el cambio al 22 de Agosto a partir de 1956 quedando asentado en un documento que dice “asamblea verificada en la Ciudad de Querétaro el 27 de Septiembre de 1955, los representantes principales de los diferentes Cuerpos del país acordaron unificar en toda la República Mexicana el Día del Bombero. Quedando de común acuerdo que se festejará el 22 de Agosto, ya que en esta misma fecha se fundó el primer Cuerpo de Bomberos de la República Mexicana en el Puerto de Veracruz.

En la segunda mitad del Siglo XX se escribe la moderna historia del Heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal, ya que se agregan a las estaciones además de la central, Saavedra, Azcapotzalco, Tacuba, Tacubaya, Tlalpan, Tlahuac, Cuajimalpa, Álvaro Obregón e Iztapalapa y siendo a principios de este Siglo XXI la apertura de las estaciones Benito Juárez y Xochimilco con lo que suman 12.

Debido al crecimiento de la ciudad de México y con el objeto de garantizar el cumplimiento de medidas de seguridad y prevención de incendios en las edificaciones del Distrito Federal, el Heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal, crea la mesa de Bomberos. En 1983 el Departamento de Distrito Federal delega a la Secretaria de Protección y Vialidad la prevención de siniestro y catástrofes, a través de la Dirección de Siniestros y Rescate, estructura donde queda ubicado el heroico Cuerpo de Bomberos como un agrupamiento más del Cuerpo Policiaco.

Después de más de 15 años de obstáculos y decisiones burocráticas que restaron eficiencia y eficacia y de estar supeditado a estructuras policíacas que difieren enormemente de las funciones de un cuerpo de bomberos, la corporación con un espíritu histórico e institucional alcanza su madurez como un servicio público urbano de alta especialización.

La Honorable Asamblea Legislativa del Distrito Federal elabora la ley del Heroico Cuerpo de Bomberos del Distrito Federal y finalmente el 24 de Diciembre de 1998 el Jefe de Gobierno del Distrito Federal publica en la Gaceta Oficial un decreto que entra en vigor el 24 de Marzo de 1999, creando la Dirección General del Heroico Cuerpo de Bomberos con su propio reglamento. Reglamento publicado en la Gaceta Oficial del Distrito federal el 13 de Abril del 2000, con lo que se inicia una nueva etapa para el Heroico Cuerpo y para la ciudad a la que se debe.
Con un nuevo marco jurídico que le permite actuar profesionalmente como un órgano descentralizado de la administración pública del Distrito Federal, teniendo como reto principal la mejora de sus servicios en los albores del presente Siglo y después de ciento once años de existencia.

Siendo el primer director de esta nueva etapa el Primer Superintendente Alejandro Aguilar López, teniendo como antecedente cuarenta y siete años de servicio a la institución, adquiriendo en esta corta existencia equipo de mayor especialidad como son los vehículos de uso en emergencias químicas y la renovación de todo el equipo de protección.

CONCLUSIONES

Como es del conocimiento general el Heroico Cuerpo de Bomberos es una institución de servicio a la ciudadanía, indispensable para la protección de la vida y desarrollo normal de la vida cotidiana de la gran ciudad. No debiendo pasar por alto el hecho de que es el producto de un arduo trabajo que a lo largo de más de 100 años de sacrificio y entrega han hecho que sus integrantes sean el orgullo de nuestra sociedad.

Última edición por Admin el Mar 29 Mar 2011 - 20:02, editado 1 vez
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Bombero

Bombero es la persona que se dedica a extinguir incendios, tradicionalmente mediante bombas hidráulicas, las que se utilizaban para sacar agua de pozos, ríos o cualquier otro depósito cercano al lugar del siniestro. Se atribuye al emperador César Augusto la creación del primer cuerpo de bomberos en Roma.

Bombero, durante un incendio forestal
Parque de bomberos en Groenlandia

Contenido

Historia

Época romana

Hay muchas evidencias históricas de acciones de grupos de personas organizados contra incendios, pero las pruebas más antiguas de lo que podemos comparar con un cuerpo de bomberos actual aparecen con los romanos. Con una antigüedad de 1.650 años, arqueólogos alemanes, bajo la dirección de Bernd Paeffgen, descubrieron en 2004, en el Valle del Rin, lo que fue descrito como una bomba de agua. El equipo contaba además con un tubo delgado de 1,10 metros que iba unido a la bomba. Inicialmente confundida con una lanza, las posteriores pruebas revelaron que se trataba de un conducto o manguera.
Antiguo camión de bomberos, durante una exhibición en Lomas de Zamora.
En la antigua Roma y de Julio César, Marco Licinio Craso era una de las personas más ricas de la ciudad, su riqueza provenía de los bienes raíces y el "alquiler inmobiliario", pero la curiosa historia le atribuye aún más mérito al haber sido el organizador del primer servicio contra incendios de Roma, para asegurar que sus bomberos tuvieran siempre trabajo, también organizó las primeras brigadas de "incendiarios" de las que se tiene referencias en la Historia. Pero estos curiosos bomberos eran controlados por Craso, que ambicioso y cruel, no daba orden de apagar el incendio si el dueño del territorio o construcción no lo vendiera a precio de renta en ese instante. Así, la gente prefería ganar el dinero de la venta injustamente, que obtener una casa o parcela destrozados. Esto fue una de las muchas obras avaras hechas por Licinio Craso.

[editar] Cometidos

Bomberos rescatando al ocupante de un vehículo accidentado en Zaragoza.
Actualmente los bomberos (o el cuerpo de bomberos) son una organización que se dedica a:
  • Prevención, Control y extinción de incendios.
  • Atención de incidentes con materiales peligrosos.
  • Atención prehospitalaria (paramédicos).
  • Salvamento de personas en casos de emergencia.
  • Rescate de gatos
  • Rescates en montaña y trabajos de altura.
  • Rescates en inundaciones, riadas.
  • Asistencia y rescate en accidentes de tráfico.
  • Manejo y control de derrames y desastres químicos (hazmat)
  • Control de la prevención en la edificación (soporte técnico).
  • Control de incidentes menores, remoción de panales de abejas, caídas de árboles).
  • Otros siniestros difíciles de catalogar.
  • Formación comunitaria para la autoayuda en situación de riesgo y primeros auxilios.
Tradicionalmente la tarea principal de los bomberos ha sido extinguir fuegos pero en las décadas pasadas el número de ayudas técnicas se ha elevado.
Por eso los bomberos disponen de vehículos en que tienen no sólo equipo para apagar el fuego sino también para ayudar en otras situaciones de urgencia.

Organización

La mayoría de los bomberos pertenecen a cuerpos de titularidad pública y pueden ser de dos tipos: asalariados o voluntarios. También existen bomberos privados (como FALK - Dinamarca), cuerpos de bomberos en fábricas y empresas (como los bomberos de PDVSA - Venezuela) y cuerpos de bomberos dedicados a las áreas universitarias,1 que generalmente colaboran en investigaciones científicas en pro de la profesión, además de desempeñar las labores típicas de un cuerpo de bomberos.
En el caso de España (Andalucía, Comunidad Valenciana, Extremadura...) podríamos destacar que existen bomberos que se rigen a través del Ayuntamiento de la provincia, otros que lo hacen por medio de la Diputacion de la provincia (Consorcios) y otros que lo hacen a través de los aeropuertos nacionales (Aena). Es conveniente resaltar que se accede a estos puestos, mediante la preparación de oposiciones.

Voluntariado

Artículo principal: Voluntariado
Emblema del H. Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Aguascalientes, México.
Existen cuerpos de bomberos en que sus miembros no reciben una remuneración por esta actividad y la realizan como un servicio comunitario. En países como Ecuador, Perú,2 Chile,3 Paraguay,4 solo existen cuerpos de bomberos voluntarios, que funcionan como una sola institución jurídica dividida en varias compañías y cuerpos, sin recibir salario y obteniendo recursos a través de donaciones, recursos fiscales, inclusive desde el propio dinero de los voluntarios para comprar material equipos y entrenamiento del personal. Además en otros países como Costa Rica [1], existen los bomberos voluntarios junto con los bomberos permanentes (asalariados), donde reciben la misma capacitación y recursos y son parte importante en la organización del Cuerpo de Bomberos de Costa Rica.
En Argentina las fuerzas de seguridad (policías provinciales, Policía Federal Argentina y Prefectura Naval) tienen cuerpos de bomberos que son los responsables principales de la lucha contra incendios, además de ser personal policial, pero existen en todo el país organizaciones comunitarias de bomberos voluntarios, que en algunas localidades pequeñas son lós únicos bomberos presentes. Funcionan como asociaciones civiles independientes sin fin de lucro, agrupadas libremente en una federación de alcance nacional, y sostenidas por contribuciones de los vecinos complementados por subsidios gubernamentales y donaciones de otros países. Muchas de estas asociaciones, sobre todo en las ciudades grandes, tienen un pequeño núcleo de bomberos pagos, como empleados privados, para poder garantizar la prestación del servicio.
En Venezuela, existen también Bomberos Universitarios. Ellos atienden emergencias dentro de sus campus universitarios y las zonas aledañas; sin embargo, su trabajo más importante consiste en el desarrollo de nuevas tecnologías en el área, gracias al alto nivel de educación de sus miembros: En el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Universidad Central de Venezuela,[2] y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Universidad Simón Bolívar, [3] alrededor del 80% de sus miembros tienen un título universitario o está en el proceso de obtener uno.

[editar] Tipos de llamada de emergencia

Bomberos de Valencia realizando tareas de control en "la cremà" de las Fallas.
Para llamar a los bomberos en un caso de emergencia, el número de teléfono es 112 en todos los estados de la Unión Europea (teléfono único de Emergencias). En otros estados los números son diferentes. Por ejemplo, en los Estados Unidos es 911 tradicionalmente, en Colombia es el "119" (en Bogotá es el número único de emergencias 123) en Perú es el 116, en Venezuela el 171, en Chile y Paraguay es el 132, en Uruguay es el 104 (o también es válido, pero se demora mas tiempo debido a la cantidad de comunicaciones, realizar la llamada de emergencia al "911" el cual se comunica con el Departamento de Bomberos correspondiente), en Brasil es el 193. En Argentina es el 100 o también desde hace unos años al igual que en Estados Unidos el 911.En Paraguay se recurre al "132" Central de Alarmas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, y al igual que en Ecuador también se ha establecido el 911 como un número de emergencias de Bomberos, aunque la publicidad previa a la puesta en marcha del Sistema 911 aclaraba que se trataba de un número sólo para emergencias policiales. En Ecuador también se puede usar el 102 pero solo para emergencias relacionadas con el Cuerpo de Bomberos.

[editar] Véase también

Monumento a los bomberos

Cuerpos de bomberos españoles

Referencias

  1. Cuerpo de Bomberos Voluntarios Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Universidad Simón Bolívar, Cuerpo de Bomberos Universitarios de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, Cuerpo de Bomberos Universitarios de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, entre otros - Todos ubicados en Venezuela
  2. Congreso de la República del Perú
  3.  (1999). «[(http://www.bomberosperu.gob.pe)nido_ley.asp LEY No. 27067]» (en español). Consultado el 18 de abril de 2008.
  4. Bomberos de Chile. «El ideal de servicio voluntario.» (en español). Consultado el 18 de abril de 2008.
  5. «Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay.» (en español) (2008).

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